La floración de los almendros y la llegada de las primeras golondrinas son dos indicadores certeros del cambio climático. Especialmente en un invierno con temperaturas que superan la media habitual para la época. SEO/BirdLife estudia todos estos cambios a través del programa Aves y Clima (abierto a la participacón ciudadana) y del Atlas Nacional de aves.
Primeras golondrinas llegan por el suroeste
La entrada de las golondrinas a la Península Ibérica se ha producido este año principalmente por el suroeste peninsular y zonas del Mediterráneo. Desde aquí progresa hacia el norte y hacia el interior siguiendo las cuencas de los principales ríos. La primera llegada de 2016, registrada en el programa, fue en San Fernando de Cádiz el 8 de enero. El día 12 de enero se vio la primera en Almonte (Huelva) y el 16 llegó a Tomares, muy cerca de Sevilla. En estos momentos, hay registros en Jaén, Ciudad Real, Cáceres o incluso Huesca, donde se avistó un ejemplar el pasado 17 de febrero.
Almendros tempranos
Por otra parte, el almendro, un frutal de floración temprana, refleja los efectos de estos inviernos atípicos con floraciones anormalmente tempranas. Floración incluso en diciembre en zonas de la costa mediterránea como Murcia y otras zonas del sureste. Los primeros registros de almendros en flor en el programa de SEO/BirdLife son en San Boí de Llobregat, en Barcelona, el pasado 3 de enero. En la localidad madrileña de Rivas VaciaMadrid, la primera flor ha aparecido en torno al 20 d enero. De media, la floración se produce entre el cuadragésimo y sexagésimo día del año.
Ciencia ciudadana al alcance de todos
La fecha de inicio de floración de los almendros es un dato interesante para registrar todos los años y aporta información que a largo plazo puede darnos pistas sobre los efectos del cambio climático. Por otro lado, las aves, por ser relativamente fácil de observar, son excelentes indicadores para comprobar estos efectos. Todos estos cambios, que año tras año van modificando el panorama climático, repercutirán a la larga en la distribución de las especies.
Tanto el programa Aves y Clima como la elaboración del Atlas, en cuya elaboración es indispensable la colaboración de todos los aficionados a las aves, aportan valiosa información y generan una gran cantidad de ciencia ciudadana. SEO/BirdLife anima a la población a participar indicando sus avistamientos.
Prensa | SEO/BirdLife