La austeridad en la universidad marca la pauta. Las facturas de la electricidad, el gas y la calefacción han puesto contra la espada y la pared a los administradores de los centros. La solución que han encontrado reside en las energías renovables. «Las universidades representan el 0,43% del consumo eléctrico nacional y -gracias a las medidas implantadas- han pasado de consumir unos 1.300 Kwh/ alumno en el año 2010 a menos de 1.150 kwh/alumno en 2011», explica Javier Bayenas, profesor de la UAM.
«Lo que supone una reducción de cerca de un 12% en el consumo eléctrico global del conjunto de las universidades españolas. Muy probablemente estas cantidades serían aún más llamativas si se incorporaran lo datos de los dos últimos años», confiesa este profesor de Ecología actual Secretario Ejecutivo de la Comisión de Calidad Ambiental, Sostenibilidad y Prevención de Riesgos (CADEP) de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE).
Bayenas está preparando una guía para que sirva de modelo a als 45 universidades españolas, en cuanto a sigerencias y propestas para hacer edificios sostenibles y eficientes.
Junto con la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Alcalá de Henares (UAH), la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) son las que más ha ahorrado hasta ahora. Para ello se han servidos de las últimas tecnologías nacidad de la innovación y el desarrollo. Por ejemplo, en la UAH han reducido el consumo eléctrico gracias a la planta de Tricogeneración Energética que ha instalado. Pero además de recortar gastos también aporta ingresos adicionales a la universidad
«Producimos energía eléctrica y además sacamos dinero por ello. Y rebajas en la factura de calefacción, luz y energía. Con esta planta, por ejemplo, ahorramos 200.000 euros al año», puntualiza Carlos Baez, director de servicios generales del centro de Alcalá de Henares.
Entre los planes para 2014 la UAH está preparando un nuevo programa de eficiencia energética que está previsto que se ponga en marcha a mitad de año. Esta iniciativa, que entre otras cosas va a mejorar la gestión de la iluminación interior y exterior, va a suponer un ahorro en la factura de la luz del 60%.
La UAB ha conseguido reducir sus gastos, ya que en 2011 ahorró unos 330.000 euros en gas respecto al año anterior y en electricidad unos 430.000 euros. «El problema es que el incremento de precios está siendo superior al margen de ahorro. Así, por ejemplo, en 2012 se ahorraron 22.000 Mwh y sin embargo, la factura fue superior a la del año anterior en más de 200.000 euros», explica Manel Sabés Xamaní, vicerrector de Relaciones Institucionales y Territorio de la universidad catalana.
La Universidad Autónoma de Madrid es otro centro que está aprovechando sus programas de sostenibilidad para reducir gastos. Entre sus proyectos se encuentra la gran instalación solar fotovoltaica en el campus de Canto Blanco. En estos momentos se está elaborando. La idea es instalar cerca de 5.000 paneles con una inversión total de 5 millones y medio de euros y con una producción anual superior al millón de Kwh cantidad que es equivalente al consumo de 300 hogares, algo menos del 5% del consumo anual de todo el Campus y que supone la reducción de cerca de 500 toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera.
La Universidad Politécnica de Valencia no deja de ser un referente en ahorro responsable. «La crisis nos ha venido súper bien. Nos hemos beneficiado porque hay un mayor interés en reducir económicamente muchos residuos»», explica Cristina Martín, de la Unidad de Medioambiente del centro. La universidad de la capital del Turia es la única española, entre otras cosas, con contar con el sistema de gestión ambiental global que controla los problemas medioambientales del campus. «Es una metodología con la que aprendemos de los errores y volvemos a empezar«.
Ibercampus.es