La comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo ha votado hoy, 11 de noviembre, a favor de que los países de la UE puedan prohibir los cultivos transgénicos en su territorio. Este resultado muestra la intención de cubrir las lagunas legales que presentaba la propuesta de “renacionalización” de las decisiones sobre estos cultivos.
La votación supone que los países de la UE contarán con mayor capacidad legal para prohibir los transgénicos en su territorio. A su vez, es importante señalar que los Eurodiputados de esta comisión han votado en contra de asignar un papel formal a las empresas biotecnológicas en las decisiones sobre la prohibición de transgénicos.
La propuesta sin embargo puede suponer la entrada de más cultivos transgénicos en España, el país con más superficie de transgénicos de la UE, y en otros países, debido a la posible aceleración del proceso de autorización de decenas de cultivos transgénicos pendientes en Bruselas.
Amigos de la Tierra ha denunciado en anteriores ocasiones que la llamada propuesta de “renacionalización” de las decisiones en torno a los cultivos modificados genéticamente esconde un regalo envenenado que daría un poder sin precedentes a las empresas biotecnológicas [1]. El Parlamento Europeo ha votado en consonancia con la opinión de la mayoría de la ciudadanía europea, que en multitud de ocasiones ha mostrado su rechazo a los transgénicos.
Blanca Ruibal, responsable de agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra, ha afirmado que “es indispensable que los países tengan capacidad legal para restringir los cultivos transgénicos en su territorio. Lamentablemente en el caso de España sabemos que el gobierno, en contra del sentir de la ciudadanía, no va a ejercer este derecho. Si se aceleran las autorizaciones y se permiten nuevos cultivos transgénicos en la UE, España será una vez más el principal objetivo de las empresas biotecnológicas, amparadas por la falta de transparencia y control en torno a estos cultivos”.
En las próximas semanas el Parlamento, el Consejo y la Comisión Europea negociarán para encontrar una posición conjunta. El voto final sobre la propuesta se espera en enero.
Blanca Rubial | Amigos de la Tierra