Ayer se clausuró la última edición de BioCultura, la feria de productos ecológicos y consumo responsable que durante cuatro días se ha celebrado en Ifema, Madrid. La participación de expositores y visitantes ha vuelto a superar todos los registros anteriores, en una edición muy especial en la que se celebraba el 30 aniversario de esta feria, desde que en 1985 Don Enrique Tierno Galván diera el pistoletazo de salida del movimiento ”bio” en España.
Fiel a su cita anual con los amantes de la ecología, BioCultura ha dejado muy buen sabor de boca a los más de 70.000 visitantes que se han acercado estos días a Ifema. Alrededor de 700 expositores han mostrado más de 18.000 referencias de producto certificado de los sectores de alimentación ecológica, ecoestética, bioconstrucción, ropa y calzado orgánicos, artesanías, terapias complementarias, energías renovables, ecología y medio ambiente… En cuanto a marcas representadas, el crecimiento ha sido del 17%. A término de la feria, los expositores han mostrado su satisfacción por la respuesta de público, que se ha traducido en un incremento del volumen de negocio, tanto por el aumento de las ventas del comercio de cara a la provisión de stocks para la campaña de Navidad, como para el público en general, que han querido aprovechar los precios mucho más ventajosos de comprar directamente los productos a los expositores, directo del productor al consumidor.
Pero no es únicamente la oferta de producto lo que atrae la atención de los visitantes, sino el programa de actividades paralelas: más de 350 actividades entre demostraciones de showcooking, sesiones de ecoestética, ponencias, talleres, jornadas, conciertos, sorteos, etc. También BioCultura ha sido el marco idóneo para la entrega de varios premios, como ha sido el caso del Premio Huerto Escolar Ecológico BioCultura/Fundación Triodos, o el Premio Nacional 2014 BioCultura/Incubaeco… También ha destacado el interés que ha despertado la Tribuna de Autores, donde escritores de temas ecologistas han presentado sus obras.
Sin duda, el protagonismo y la reputación que ha ganado BioCultura ha ido parejo al aumento en el consumo de productos ecológicos. Esta feria tiene el privilegio de ser pionera entre las muestras ecológicas que se celebran en Europa, y ha contribuido enormemente a fomentar entre los consumidores una vida más sostenible y un consumo más responsable. Como comentaba Ángeles Parra, directora de la feria, en la inauguración de esta 30 edición, “los consumidores de alimentos ecológicos tienen muy claro que lo primero es su salud y la salud del planeta. Prefieren alimentarse bien y ahorrarse el dinero de médicos, fármacos, etc. Ya no hay un perfil muy claro de consumidor ‘eco’: afortunadamente, los alimentos orgánicos llegan ya a todos los grupos sociales”.
ESCAPARATE DE TENDENCIAS
No hay ningún otro evento “bio” en nuestro país que maneje las cifras de BioCultura. El hecho de que España sea el primer productor de agricultura ecológica en la UE da una idea de la contribución que ha podido tener este certamen de cara a promocionar estos productos entre los ciudadanos.
En esta 30 edición de BioCultura se ha apreciado un aumento muy significativo de novedades en sectores como la cosmética ecológica certificada, bioconstrucción, textil orgánico. Como comenta Parra, “en los próximos años, el crecimiento va a seguir, porque esto es una revolución imparable y ya no hay quien la pare”.
En el caso de la cosmética ecológica certificada, se han lanzado nuevas líneas de higiene y belleza personal para hombres, que incluyen jabón para el afeitado, alter shave, cremas faciales y líneas específicamente creadas para el cuidado de la piel masculina.
Y para la belleza femenina se han presentado el primer esmalte de uñas ecológico, soluciones tan prácticas y de uso diario como los depiladores naturales totalmente indoloros hechos de micro cristales de amatista que no contienen sustancias químicas, cosmética hecha con algas marinas y nuevas líneas de belleza capilar.
El sector del textil sostenible es un mercado que demuestra su lozanía y avance con las propuestas de jóvenes diseñadores independientes que no solo miman el diseño de la prenda sino los tejidos que utilizan para confeccionarla. Este año, además de las prendas de algodón orgánico, se muestran nuevas propuestas de prendas fabricadas con tencel, un tejido elaborado a partir de la madera de eucalipto y que pasa por ser uno de los más ecológicos que existen.
La mayor parte de la feria está dedicada a la alimentación ecológica, sector de crecimiento imparable pese a la recesión y la crisis. Las marcas presentes no dejan de sorprender con propuestas para los consumidores veganos, que encuentran una alternativa ideal al consumo de proteína animal con quesos elaborados a base de arroz integral germinado, por poner sólo uno de los muchos ejemplos. Nuevas alternativas a productos convencionales, pero en su versión ecológica, las tenemos en productos lácteos y de repostería como la horchata de chufas ecológicas, helados de leche de cabra, azúcar de algas o licores y mojitos ecológicos, condimentos como el ajo negro.
Y aquellos consumidores que prefieren los productos gourmets más sibaritas se han sorprendido con los nuevos caviares ecológicos.
Cristina Diago | Asos. Vida Sana