Esta semana durante la celebración de la 13ª Ronda de Negociaciones sobre el TTIP, Amigos de la Tierra y la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG, lanzan un informe sobre el Tratado de Comercio e Inversiones entre EEUU y la UE, y sus repercusiones en la agricultura [1]. Según el informe, el polémico tratado que negocian a ambos lados del Atlántico puede significar la ruina del sector agrario europeo.La agricultura es de vital importancia en las negociaciones del TTIP, ya que afecta a varios sectores; tiene un impacto directo en el medio ambiente, la salud pública, la alimentación, la cultura y a su vez cuenta con potentes lobbies corporativos que buscan mejorar sus beneficios a costa del interés general.
El informe “El TTIP, sembrando pérdidas para el sector agrario”, concluye que el tratado comercial aumentará enormemente las importaciones de productos estadounidenses, mientras que los productores de la UE apenas se verán beneficiados por las exportaciones. Los estudios diagnostican que la contribución de la agricultura al PIB europeo disminuiría un 0.8%. Sin embargo, la agricultura estadounidense verá aumentada su aportación en un 1.9%, lo que supone un beneficio neto de 4.000 millones de euros para los intereses estadounidenses [2].
Muchos agricultores en toda Europa tendrán que afrontar una competencia más fuerte y una caída de los precios percibidos, lo que amenaza la viabilidad de la agricultura además de afectar negativamente a las áreas rurales y los intereses de los consumidores, a lo que se suma la pérdida de control en la seguridad de los alimentos.
Según el informe, mientras las exportaciones estadounidenses aumentan en prácticamente todas las categorías alimentarias, en Europa cae la producción de arroz, trigo, cereales secundarios (como el maíz), la fruta, las nueces, remolacha, bovino, porcino, etc. La supervivencia de algunos sectores agrarios en su totalidad está en juego. Es el caso de la carne de vacuno [3], un sector de gran importancia ambiental y social en Europa, en el que predominan las explotaciones a pequeña escala con pastoreo tradicional. El propio Ministerio de Agricultura de EEUU predice caídas en los precios percibidos por los agricultores europeos en todas las categorías de alimentos [4].
En el informe también se desvela el ataque que representa el tratado contra las denominaciones de origen. En el mismo se cuestiona el énfasis de la Comisión Europea en la protección de las Denominaciones de Origen, ya que solo tres países de la UE Francia, Italia y Reino Unido saldrían beneficiados por las exportaciones, y solo algunos productos como el queso el champán o el whisky [5]. Las denominaciones de origen son una figura europea que protegen ciertos productos vinculados al territorio donde se producen, sin embargo, esta fórmula no se reconoce internacionalmente. Debido a esto los consumidores podrían encontrar en su tienda habitual queso idiazábal o cabrales producido en Wisconsin.
Miguel Blanco, Secretario General de COAG afirma: “rechazamos el TTIP porque pone en peligro el modelo social y profesional de agricultura de la UE y la apuesta estratégica de nuestros agricultores y ganaderos por la calidad, la seguridad alimentaria, el bienestar animal y el respeto al medio ambiente. No podemos aceptar que se utilice una vez más la agricultura como moneda de cambios en los acuerdos comerciales con terceros países”
El informe muestra también cómo los lobbies tanto de EEUU como de la UE están presionando para tener un mayor acceso a los mercados agrícolas. Uno de los principales objetivos de EEUU es reducir los estándares de seguridad alimentaria y bienestar animal europeos. Pero, aunque los estándares de la UE se mantuviesen, el aumento de importaciones procedentes de EEUU inundaría los mercados europeos, asegurando así grandes oportunidades de negocio y beneficios a las grandes empresas agroalimentarias y las ganaderías intensivas de EEUU a costa de los agricultores europeos y de la protección de los consumidores.
“Es urgente reorientar la agricultura europea hacia un modelo respetuoso con el medio ambiente, capaz de crear empleo y mantener un medio rural vivo. La firma del TTIP sería una muestra más de que la UE piensa más en la agricultura como moneda de cambio en las negociaciones comerciales que como un sector estratégico que defender”, señala Blanca Ruibal responsable de agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra. “La importación de productos estadounidenses a la UE socavará el mercado local europeo, en detrimento de un trabajo digno para el mundo rural y la calidad de nuestra alimentación”, concluye Ruibal.
A su vez, el informe destaca que tanto la protección del medio ambiente como de las personas consumidoras se vería afectada, ya que tanto el gobierno como las organizaciones de productores estadounidenses están pidiendo abiertamente que la UE rebaje sus estándares sanitarios y alimentarios.
Blanca Ruibal | Amigos de la Tierra