El velero de Ecologistas en Acción, Diosa Maat, hace su primera parada del verano en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) para hacer un análisis del estado actual del Espacio Natural de Doñana.
La organización ha dado su punto de vista tras el incendio del pasado mes de junio que devastó más de 8.500 hectáreas, una cifra que podría llegar hasta las 10.000.
El Espacio Natural de Doñana está en riesgo de entrar en lo que comúnmente se conoce como la ‘lista negra’, lista de Patrimonio Mundial en Peligro de la Unesco. Esta es una de las conclusiones que ayer se expusieron en el acto ‘Doñana, más allá de las llamas’ organizado por Ecologistas en Acción, dentro de su campaña estival ‘El velero Diosa Maat en Acción’.
En 2018 se publicará un informe en el que se analizará la entrada de Doñana en esta lista. No obstante, según Theo Oberhuber, responsable del área de Conservación de la Naturaleza de la organización ecologista, «las medidas de protección de este espacio deberían tomarse por el Gobierno antes e independientemente de su entrada en la lista negra».
Oberhuber explicó que «el problema de Doñana va más allá del incendio, es anterior y más profundo» y puso de relieve que el incendio ha hecho visible la situación tan amenazada en la que se encuentra este espacio que alberga cuatro ecosistemas (sistema litoral dunar, bosque mediterráneo, de marismas y de lagunas) con su correspondiente particular fauna y flora, lo que lo convierte en un patrimonio natural.
Riesgos y problemas de Doñana
Tal y como explicaron las diferentes personas que participaron en el acto de San Lúcar de Barrameda, el Espacio Natural tiene varios riesgos importantes:
1. El proyecto de dragado del Guadalquivir que, de ponerse en marcha, alteraría todo el sistema hídrico de las marismas, se salinizaría el agua, provocaría la erosión de sus márgenes y por lo tanto, la drástica modificación de sus ecosistemas.
2. El almacenamiento de gas en el subsuelo del Espacio Natural, un proyecto de Gas Natural Fenosa, empresa que ha tenido durante los últimos 30 años la concesión de la extracción de gas natural del yacimiento Marismas. Daniel López, portavoz de Ecologistas en Acción, considera este proyecto inaceptable, insostenible e imprevisible. Además añade que «no supondrá el desarrollo industrial de la región, como se había dicho. Ahora, una vez agotado el gas, la multinacional pretende utilizar porosidad natural del terreno para inyectar el gas importado procedente de Qatar, Nigeria y Argelia. España ya tiene almacenado tres veces más gas natural del que se consume anualmente, por lo que no se necesita este almacenamiento».
3. Situación del acuífero de Doñana. Este espacio natural se encuentra prácticamente esquilmado por los miles de pozos ilegales que suministran el riego de los cultivos del arroz y la fresa en Huelva y Sevilla, también en gran parte ilegales.
4. Reapertura de la mina de Aznalcóllar, que ha sido protagonista de uno de los mayores desastres medioambientales de Andalucía. La concesión de explotación no ofrece las garantías deseadas.
5. La basura en el Espacio Natural. “Cuando los profesionales del plan Infoca acabaron con las llamas apareció la basura”, lamenta Juan Romero, portavoz de Ecologistas en Acción y fundador de la plataforma Salvemos Doñana. El fuego ha dejado al descubierto toneladas de basuras en todo el Espacio Natural y «lo más probable, es que sean el resultado de las procesiones de la Virgen del Rocío que cada año tienen permisos para atravesar Doñana con vehículos todoterreno, remolques y caballos. Miles de personas se congregan sin una actuación firme de la administración en torno a la gestión de los residuos que generan”.
El futuro de Doñana
Según Juan Romero, repoblar la superficie quemada con pinos piñonero es un error, ya que se trata de una especie que se quema fácilmente. “Hay que crear monte mediterráneo y recuperar actividades tradicionales (como la ganadería autóctona) muy beneficiosas para mantener el monte». Se trata de hacer un ecosistema sostenible y acorde con la forma de vida de la gente que ahí habita. La ganadería extensiva con animales autóctonos supondría el control de los pastos y además proporcionaría riqueza para los habitantes de la zona.
Doñana es uno de los lugares más especiales y singulares del mundo. Su catalogación como Patrimonio de la Humanidad y todas las distinciones concedidas por organismos internacionales hacen de este territorio una joya natural única. Su extensión, 128.000 hectáreas, sus extraordinarias cualidades y sus múltiples figuras de protección no lo eximen de riesgos y amenazas.
Juan Romero | Ecologistas en Acción