• La cámara de los diputados aprueba una Proposición no de Ley (PNL) para desarrollar acciones concretas que mejoren la gestión de los sedimentos en la cuenca del Ebro con atención a objetivos ambientales y de seguridad.
• La PNL nace del trabajo desarrollado desde hace más de un año por el movimiento social de la Campaña por los Sedimentos[i].
Ante la última Comisión de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Congreso de los Diputados celebrada la semana pasada, el Congreso solicitó al Gobierno que desarrolle acciones concretas para la gestión de los sedimentos de la cuenca del Ebro a través de una Propuesta no de Ley (PNL).
La PNL[ii], que fue registrada conjuntamente por los Grupos Parlamentarios Confederal de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, Esquerra Republicana, Socialista y Mixto (PDECAT), presentada en la Comisión por ERC, defendida en conjunto por el resto de grupos parlamentarios que la registraron (por el grupo mixto compareció Compromis) y apoyada finalmente por el Grupo Parlamentario de Ciudadanos, solo contó con el rechazo del Partido Popular. La propuesta deriva del trabajo desarrollado desde el movimiento social Campaña por los Sedimentos que a inicios de 2017 se reunió en el Congreso con los grupos parlamentarios.
La actual gestión de las numerosas presas presentes en la cuenca del Ebro colmata los embalses e incide en la regresión y subsidencia del Delta. Además, es un hecho constatado científicamente que afecta a la productividad de las aguas costeras, con el correspondiente impacto sobre las poblaciones de peces y aves, entre otras; y provoca la pérdida de arenales y playas, generando a su vez problemas de seguridad en los propios embalses.
Ante la necesidad de redactar un Plan de Gestión Integral de los Sedimentos de la Cuenca del Ebro para incorporar al plan de la cuenca del Ebro en el tercer ciclo de planificación hidrológica (2021-2027) y a los instrumentos de gestión de la Red Natura 2000, en especial del Delta del Ebro; así como la necesidad de abordar acciones que garanticen la movilidad de los sedimentos y la conservación del extraordinario patrimonio natural del Ebro, la Proposición no de Ley insta al Gobierno a: crear comisión para estudiar la problemática y las oportunidades de gestión de los sedimentos, inspeccionar los mecanismos de las presas que mayor repercusión tienen sobre la retención de los sedimentos en el tramo medio-bajo de la cuenca del Ebro (Mequinenza, Riba-roja y Flix), y revisar, con especial atención a la seguridad, los protocolos de actuación de la gestión y explotación de las presas en cumplimiento de las nuevas implicaciones ambientales y en atención al impacto ambiental respecto a la dinámica creciente de hundimiento y regresión del Delta del Ebro.
El Plan de Gestión Integral de los Sedimentos ya se planteó con anterioridad por la propia Comisión de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Congreso de los Diputados y también desde la Campaña por los Sedimentos, apoyada por una treintena de entidades ambientales y sociales de toda la cuenca.
Ahora, desde la Campaña por los Sedimentos se considera que estas nuevas medidas incluidas en la PNL son imprescindibles para permitir la consecución de los objetivos de la Directiva Marco del Agua (DMA), en especial respecto a la calidad hidromorfológica que garantiza la continuidad fluvial, la estructura física y el régimen de caudales asociados de los ríos, lagos, aguas de transición y costeras de la cuenca del Ebro.
Así, las entidades que forman la Campaña por los Sedimentos solicitan al Gobierno que atienda de forma urgente estas propuestas y dote de una partida presupuestaria a la redacción un Plan de Gestión Integral de los Sedimentos de la Cuenca del Ebro y a las medidas asociadas para dar solución a la problemática que sufre la cuenca.
[i] La Campaña por los Sedimentos es un movimiento social que reúne fuerzas de diferentes organizaciones como Ecologistas en Acción, Plataforma en Defensa de l’Ebre o SEO/BirdLife, y que goza del apoyo de instituciones como la Comunidad de Regantes-Sindicato Agrícola del Ebro o los principales ayuntamientos de las Tierras del Ebro como los de Sant Carles de la Ràpita, Amposta, Deltebre, L’Ampolla o Tortosa.
[ii] Proposición no de Ley sobre la gestión integral de los sedimentos de la cuenca del Ebro (161/001876).
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El Delta del Ebro se enfrenta a un futuro incierto. Los últimos 15 años deberían haber sentado las bases de su conservación, sin embargo, los documentos más importantes para su futuro: su plan de gestión y el de su cuenca, no atienden su elemento clave: el sedimento.
La interrupción del transporte de sedimentos causada por las presas es uno de los principales retos ambientales para la gestión de los sedimentos en España.
La gestión a escala de cuenca hidrográfica de los procesos de erosión y sedimentación son extremadamente importantes desde un punto de vista social, económico y ambiental. Se estima que en las próximas décadas más del 50 % de la capacidad de almacenamiento de los embalses de agua del mundo puede verse reducida debido a la sedimentación y colmatación, por tanto, las prácticas de gestión de los sedimentos deberían ser mejoradas.
Los embalses del Estado español no son una excepción: a día de hoy, una inexistente gestión de los sedimentos no solo puede poner en peligro la seguridad de las presas, también muchos de los embalses empiezan a colmatarse de sedimentos, con la pérdida de capacidad de almacenamiento que ello conlleva.
La tasa de aterramiento en los embalses españoles ronda los 100 hm3/año, por lo tanto, cada cincuenta años perdemos unos 5.000 hm3 de capacidad de almacenamiento de agua.
En la cuenca del Ebro, donde se contabilizan unos 135 embalses (con una capacidad mayor de 1 hm3), se calcula que aproximadamente el 94 % de los sedimentos quedan atrapados entre los embalses de Riba-roja, Mequinenza y Flix, por lo que ocasiona ya un problema constatable, no sólo en la colmatación de los embalses (el embalse de Mequinenza, por ejemplo, puede haber perdido más de un 13 % de su capacidad, es decir, más de 200 hm3 de agua), sino también en su incidencia en el fenómeno de regresión y subsidencia del Delta del Ebro, en la afección a la productividad de las aguas costeras, con el correspondiente impacto sobre el desove y reclutamiento para muchas especies piscícolas marinas, como los pequeños peces pelágicos (p. ej. anchoas y sardinas) y el perjuicio que conlleva hacia otros grupos faunísticos para los que esta área es una de las zonas de alimentación más importantes de todo el Mediterráneo como las aves marinas, y la afección directa respecto a la pérdida de playas y arenales e, incluso, los problemas de seguridad en los propios embalses.
Mientras una falta de gestión causa graves desequilibrios en los procesos de erosión y colmatación de los cursos fluviales, embalses y costas, una adecuada gestión permitiría poner en valor el patrimonio natural y los beneficios de los servicios ambientales que ofrecen los ecosistemas acuáticos (p.ej. fuentes de recursos hídricos, control de inundaciones, estabilización y protección de costas, aportación de nutrientes, mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático, etc.).