La colisión de aves en estructuras de cristal es un grave problema al que se enfrentan millones de aves en el mundo.
Recientemente unas pantallas acústicas en la carretera de Ojén a Marbella, en las que han muerto aves de diferentes especies, han hecho saltar las alarmas sobre este amenaza, que es fácilmente salvable.
Ante el caso reciente de la colisión de aves contra las pantallas acústicas en la carretera de Ojén a Marbella, que causó la muerte de varias decenas de aves, entre las que se encontraban petirrojos, zorzales, carriceros, currucas, y arrendajos, y que generó una gran alarma social en las pasadas semanas, SEO/BirdLife quiere poner de manifiesto el grave riesgo para las aves que suponen las infraestructuras y edificios de cristal.
El caso Ojén no es una excepción. Los cristales causan la muerte de millones de aves cada año en todo el mundo. Y es previsible que la amenaza aumente debido al creciente uso del cristal en edificios e infraestructuras. Las pantallas acústicas, marquesinas, pistas de pádel, edificios o puertas de cristal, representan en muchas ocasiones, un obstáculo insalvable para las aves en determinados lugares.
Tal es así que el choque de aves contra cristales está considerada como la segunda amenaza más importante para las aves después de la destrucción de hábitat en Estados Unidos, donde se estima que cada año mueren más de mil millones de ejemplares por esta causa. “En España no existen estadísticas, pero casos como el de Ojén y algunos estudios apuntan a que también representa una amenaza importante para las aves en nuestro país”, afirma Beatriz Sánchez, responsable del programa de biodiversidad urbana de SEO/BirdLife.
Uno de los estudios más recientes en España fue el que se presentó en el XXIII Congreso de Ornitología, celebrado en noviembre de 2017. En este estudio, realizado por investigadores de la EBD y del ICO se evaluó la mortalidad de aves por colisión en un edificio de Tarragona, en el que se contabilizaron 193 aves colisionadas de 17 especies diferentes en 5 años. El último año se instalaron pegatinas disuasorias para hacer visibles los cristales para las aves y se pudo comprobar una disminución de la mortalidad, sobre todo en las especies más afectadas, como currucas y carricero común.
Soluciones posibles
Para SEO/BirdLife el problema de la colisión de aves contra cristales es fácilmente salvable. “La solución al problema pasa por tener en cuenta el riesgo en la fase de diseño de cualquier infraestructura o edificio de cristal que se vaya a construir en lugares en los que haya presencia de aves y tomar medidas para evitarlo”, declara Beatriz Sánchez. Algunos sistemas de certificación de arquitectura sostenible como el LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) ofrecen créditos adicionales relacionados con la protección de las aves, pero aún no se ha incorporado como obligatorio el riesgo del choque de las aves contra los cristales.
Para casos como el de Ojén, en el que los cristales ya están instalados, también existen soluciones. “Se pueden usar algunos de los productos específicos anti-colisión que se comercializan; o bien encargar una pintura o vinilo con un diseño a medida a una empresa de rotulación o serigrafía o incluso a un artista local, como hizo la oficina Ecocampus de la Universidad de Cantabria en colaboración con SEO/BirdLife”, aclara la responsable de Biodiversidad Urbana de la ONG. Para los diseños a medida las posibilidades son infinitas, teniendo en cuenta tres premisas importantes: no dejar espacios sin rotular mayores que la palma de una mano, ya que las aves pueden pasar por huecos de tamaño superior; usar preferentemente el color blanco, para asegurar el contraste en condiciones de poca luz y colocar los adhesivos por el lado del cristal que refleja. Además, es recomendable explicar la intervención para que tenga un efecto demostrativo.
Actuaciones de SEO/BirdLife en el caso de Ojén
La semana pasada, miembros del Grupo Local SEO-Málaga visitaron la zona e hicieron una evaluación de la situación. Los paneles están situados a lo largo de 600 metros entre el kilómetro 31 y 32 de la carretera A-355, que discurre entre Ojén y Marbella. Pudieron comprobar que el panel más conflictivo, situado en un barranco, se había protegido totalmente con un vinilo consistente en un entramado de ramas y siluetas de rapaces nocturnas. Este panel fue encargado por el Ayuntamiento de Ojén para paliar la situación más urgente, según nos ha confirmado el propio alcalde y está resultando efectiva.
“Otros paneles se han cubierto con siluetas negras de aves, uno de los recursos más utilizados en estos casos, a pesar de que no está demostrada su eficacia, ya que las aves no las reconocen como enemigos y no ofrecen suficiente contraste cuando la iluminación es escasa. Además, en general se dejan espacios libres demasiado amplios , no consiguiendo el efecto barrera disuasorio necesario”, concluye Beatriz Sánchez.
Tras comprobar que las medidas adoptadas son insuficientes, SEO/BirdLife se ha dirigido de nuevo a la promotora y al Ayuntamiento de Ojén, solicitando que se corrija cuanto antes la situación, para lo que ha enviado a ambas entidades información sobre la amenaza que suponen los cristales para las aves y sobre las medidas que se pueden adoptar en este caso para evitar que sigan muriendo aves en esas pantallas.
Además, en colaboración con el Grupo Local SEO-Málaga, realizará un seguimiento de la instalación y de las medidas que se adopten, solicitando a las administraciones públicas competentes en materia de conservación y de infraestructuras que se impliquen en el caso y en este problema.