- Según el nuevo Índice de Actuación frente al Cambio Climático 2019, presentado esta mañana en la COP24, las emisiones globales de CO² vuelven a aumentar
- Suecia y Marruecos -con una expansión significativa de energía renovable- son los países líderes, en contraposición a Estados Unidos y Arabia Saudí, en la parte inferior del índice
- España, en el puesto 36, sube dos en el ranking, aunque su calificación general sigue siendo baja
Después de tres años consecutivos de emisiones de CO2 estables, estas han vuelto a aumentar, tal y como refleja el Índice de Actuación frente al Cambio Climático 2019 (CCPI), publicado hoy en la COP24 en Katowice. Realizado por Germanwatch y el Instituto New Climate junto con la Red de Acción Climática (CAN), el informe muestra que solo unos pocos países han comenzado a implementar estrategias para limitar el calentamiento global por debajo de 2 o incluso 1,5 ° C.
Si bien se ha producido un crecimiento continuo de la energía renovable, especialmente en los países que antes tenían una baja puntuación, el CCPI muestra una falta de voluntad política en la mayoría de los Gobiernos para eliminar los combustibles fósiles a la velocidad necesaria. Jan Burck, coautor del CCPI en Germanwatch, señala que: «En base a los desarrollos tecnoeconómicos de los últimos años, el retraso en la implementación de soluciones con bajas emisiones de carbono difícilmente puede justificarse. Si bien la cumbre del G20 ha demostrado un fuerte apoyo de 19 países al Acuerdo de París, la voluntad política de esos Gobiernos para su implementación nacional aún no se ha visto reflejada «.
«Antes de París, el mundo se dirigía a 4-5 ° C de calentamiento global. Ahora todavía estamos en un camino a más de 3 ° C, lo que representa una perspectiva catastrófica – agrega el profesor Niklas Höhne, coautor a su vez del Instituto NewClimate-, y eso a pesar de que los costes de la electricidad producida por la energía eólica y solar se han reducido en casi un tercio desde entonces, para que todos los países puedan aumentar el ritmo de instalación «.
La brecha entre los niveles de emisión actuales y lo que se necesita para encaminar al mundo a una ruta por debajo de 2 ° C o incluso de 1.5 ° C se está ampliando. También estamos viendo una brecha creciente en el liderazgo en un momento en que los países deben fortalecer el régimen climático. «Es muy importante que la UE mejore su compromiso climático actual para mostrar liderazgo», añade Stephan Singer, de Climate Action Network (CAN), coeditor del CCPI.
Resultados clave de CCPI 2019
Ninguno de los 56 países analizados o de la UE se encuentra claramente en una trayectoria que consiga ir por debajo de los 2 ° C. Con clasificaciones buenas en emisiones y energías renovables, Suecia lidera el ranking (rango 4), seguido por Marruecos, que aumentó significativamente su participación en la capacidad de energía renovable y tiene un ambicioso objetivo climático nacional. India avanza (11) gracias a la energía renovable, niveles comparativamente bajos de emisiones per cápita y un objetivo de mitigación relativamente ambicioso para 2030.
Alemania vuelve a caer, desde el puesto 22 al 27 (sus emisiones no han disminuido desde 2009), y obtiene una calificación media con respecto a la energía renovable y la política climática. China sube al rango 33 por la tendencia descendente de emisiones de 2014 a 2016 -con un exitoso plan de apoyo a la energía renovable-, aunque comenzaron a aumentar de nuevo recientemente.
En el grupo de países con muy bajo rendimiento en ambición climática aparecen casi la mitad de los países del G20: Japón (49), Turquía (50), Federación de Rusia (52), Canadá (54), Australia (55), Corea (57) y – en el parte inferior del índice – Estados Unidos (59) y Arabia Saudí (60).
Los expertos de Estados Unidos han calificado como muy baja la política climática de la Administración Trump, aunque resaltan algunas señales positivas debido a la acción climática en varios estados y ciudades, debido al impulso que los demócratas prometen con su nueva mayoría en la Cámara de Representantes.
España sube, pero con deberes importantes para conseguir liderar
España ha subido ligeramente en la clasificación, gracias especialmente al nuevo impulso a la ambición climática y las energías renovables, con las políticas y legislación introducidas después del cambio de gobierno del pasado verano. No obstante, los últimos datos disponibles a nivel estatal indican que, a finales de 2017, las emisiones seguían la preocupante tendencia al alza de los últimos años.
Según David Howell, responsable de Cambio Climático de SEO/BirdLife: “Felicitamos al nuevo Gobierno por las iniciativas de los últimos meses que han hecho que España suba ligeramente en la clasificación este año, pero para seguir esta tendencia y convertirse en un auténtico líder climático-tal y como aspiraba el ex presidente Rajoy y hace pocos días proclamaba el presidente Sánchez-, se tiene que avanzar con decisión en varios frentes, en competencias de casi todo el Gobierno y de las autonomías y municipios”.
Para SEO/BirdLife, los deberes clave en el próximo año son:
Lanzar a información pública, debatir, tramitar y aprobar una Ley de Cambio Climático y Transición Energética ambiciosa, junto con un Plan Nacional Integral de Energía y Clima.
Aprobar una Estrategia de Transición Justa y una Estrategia a Largo Plazo para reducir las emisiones a ‘neto cero’ para mediados de siglo que garanticen una transición energética respetuosa con las personas, los territorios y el medio natural.
Introducir las reformas fiscales y los incentivos necesarios para avanzar de forma rápida, ambientalmente responsable y socialmente justa en la eficiencia energética de los edificios, el transporte de emisiones cero y la economía circular.
Defender los principios de transición ecológica en la posición española frente a la reforma de la Política Agrícola Común, sobre todo para reducir los incentivos a la actividad agraria intensiva y contaminante e incentivar los sistemas productivos que ayudan a frenar y revertir los declives en el agua y el suelo; la pérdida de biodiversidad, y el aumento de los agroquímicos y las emisiones de los fertilizantes y la ganadería intensiva.
Lanzar un plan de conservación y restauración de ecosistemas y hábitats, clave en la lucha contra el cambio climático por su papel en la absorción del carbono y como defensas naturales contra los impactos de eventos extremos y cambios a largo plazo.
Empezar a revertir la lamentable trayectoria de España de inversión en I+D+i de los últimos años, para que el conocimiento figure como eje imprescindible en la transformación del modelo productivo hacia una economía y una sociedad respetuosa con el planeta.
Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife, concluye: “Los deberes son claros, tanto para el Gobierno, como para todas las fuerza políticas del arco parlamentario, las comunidades autónomas y municipios, los sectores económicos y la sociedad civil. Si España apuesta fuerte por la transición energética y la descarbonización, y si lo hace de forma justa y de acuerdo con principios de buena gobernanza y transición justa y ecológica, empezará a contestar a las preocupaciones principales de la sociedad española. Sondeo tras sondeo, se ha visto que estas son la corrupción, la política, el paro y el cambio climático; retos que requieren de liderazgo, diálogo y consensos duraderos. Instamos al presidente Sánchez a tomar la iniciativa”.
David Howell, Responsable de Clima y Energía de SEO/BirdLife