- La crisis del coronavirus ha generado mayor demanda social de alimentos ecológicos y los pequeños productores buscan nuevos canales de distribución
- El gobierno debe abordar una reconstrucción verde, apostando por la agroecología en lugar de la producción industrial que destruye el planeta y facilita la aparición de infecciones virales similares a la del Covid-19
- En el Día de la Lucha Campesina, Greenpeace se une al llamado internacional de La Vía Campesina, apoyando al mundo rural bajo el lema #QuédateEnCasaNoEnSilencio
Hoy, Día Internacional de la Lucha Campesina, Greenpeace envía, junto con más de un centenar de entidades y productores/as de todo el territorio español (1), una carta abierta al Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luís Planas -con copia a la Vicepresidenta de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, así como a todos y cada uno de los responsables autonómicos de agricultura-, solicitando apoyo al sector agrícola, ganadero y pesquero local y sostenible. Un sector vulnerable y de incuestionable importancia para poder seguir alimentando a la ciudadanía durante la crisis en la que estamos inmersos pero, más aún, en el marco de una reconstrucción justa y verde, que no deje a nadie atrás y garantice un mundo rural vivo.
La actual crisis sanitaria está mostrando la insostenibilidad del modelo productivo. La ganadería industrial, por ejemplo, tiene un papel bien conocido en la aparición y propagación de infecciones virales similares a la Covid-19. De hecho, se estima que el 73% de todas las enfermedades infecciosas emergentes se originan en animales y que la ganadería transmite una cantidad extraordinaria de virus, como los coronavirus y los virus de la influenza, a los seres humanos.
Las organizaciones firmantes piden una actuación ante la actual crisis, pero también, y principalmente, a medio y largo plazo para garantizar la supervivencia de la producción local y sostenible, así como una reconversión del sector agrícola, mediante acciones como:
- Desarrollar e implementar un entorno normativo propicio que apoye la agricultura y ganadería de pequeña y mediana escala, así como la pesca artesanal;
- Apoyar a la juventud y a las mujeres de las zonas rurales;
- Mejorar los medios necesarios a la pequeña y mediana agricultura, ganadería y pesca y reforzar su resiliencia frente a múltiples y nuevos peligros;
- Promover el acceso a los mercados de manera prioritaria a todos aquellos productos que provengan de una producción local y sostenible;
- Promover la sostenibilidad de la pequeña y mediana agricultura, ganadería y pesca para garantizar el derecho a la soberanía y seguridad alimentaria;
- Incrementar la inversión en un modelo productivo que respete los límites planetarios, que sea justo, igualitario y permita proveer de alimentos sanos y sostenibles a todas las personas.
Aunar fuerzas está siendo decisivo para poner en valor el medio rural y encontrar soluciones a sus múltiples vulnerabilidades. En esta crisis, los pequeños productores vivieron momentos de gran incertidumbre y desamparo inicial, frente a la enorme competencia de las grandes superficies comerciales, al perder buena parte de sus canales habituales de venta, como mercados tradicionales, hostelería o comedores escolares.
La buena noticia es que la sociedad está mostrándoles su apoyo, no solo aumentando la demanda de sus productos durante el confinamiento -con medidas como el reparto a domicilio-, sino demandando un cambio estructural. Por mostrar algunos ejemplos, en paralelo a la carta de Greenpeace, han surgido otras iniciativas, como una demanda colectiva solicitando medidas inmediatas ante los problemas generados al sector por la declaración del estado de alarma, en la que también participa Greenpeace junto a otras 600 entidades, y existen otros muchos proyectos en marcha para estrechar lazos entre las personas productoras y las consumidoras, como Frena la Curva u otros mapas para poder contactar a productores locales y agroecológicos (tanto a nivel nacional, como el caso de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica, o autonómico, como, por ejemplo, el de Madrid Agroecológico).
“Sin duda vivimos tiempos de cambio. Es una alegría que la ciudadanía haya respondido al SOS del campo y apoyado la producción local y sostenible que, en algunos casos -no en todos, lamentablemente- está, incluso, incrementando sus ventas”, ha afirmado Luís Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace España. “Ahora es el turno de las administraciones. Urge apoyar de forma decidida la reconversión del sector agrícola a uno basado en la agroecología, abandonando la senda del destructivo modelo industrial, una de las causas de la destrucción de los ecosistemas y de la emergencia climática”, concluye.
En el Día Internacional de la Lucha Campesina, Greenpeace se suma también al llamamiento internacional de La Vía Campesina que aboga por la defensa de los derechos de las personas campesinas y por una transformación de los sistemas alimentarios hacia la soberanía alimentaria y la resiliencia, pidiendo el apoyo ciudadano bajo el lema #QuédateEnCasaNoEnSilencio.
Luís Ferreirim | Greenpeace