El futuro de la PAC se decide la próxima semana. Ante el debate que se celebrará en Bruselas, del 19 al 21 de octubre, SEO/BirdLife y WWF hacen un llamamiento para que el Parlamento Europeo y los ministros de agricultura no pierdan la oportunidad histórica de reformar en profundidad una de las políticas comunitarias más importantes. La nueva PAC condicionará durante los próximos siete años no solo el futuro de la agricultura sino el del medio ambiente, el clima y la salud de las personas. La PAC que se vote decidirá si Europa sella su compromiso por el futuro sostenible que plantea el Pacto Verde o, por el contrario, da la espalda a la transición agroecológica.
Desde el próximo lunes 19 hasta el miércoles 21 de octubre se debatirán en el Consejo de Agricultura y Pesca (AGRIFISH) y en el Parlamento Europeo las propuestas de enmiendas a los reglamentos que determinarán el futuro de la PAC. SEO/BirdLife y WWF asisten con preocupación al curso de las negociaciones en el AGRIFISH, pero también a los últimos movimientos en el seno del Parlamento Europeo con el aparente acuerdo de tres grupos políticos (PPE, S&D y Renew Europe) encaminado a diluir una mayor ambición ambiental y social de esta política.
Aunque hay algunas propuestas positivas, el balance global se valora como negativo. Entre los aspectos que se buscan debilitar en el acuerdo de los partidos mayoritarios, por ejemplo, se encuentran elementos como los ‘ecoesquemas’ o la propuesta de una condicionalidad reforzada, que constituyen el corazón de la reforma verde y social que la PAC necesita. Los ‘ecoesquemas’ son una iniciativa novedosa para recompensar a las prácticas ganaderas y agrícolas que ayudan a conservar y son beneficiosas para el medio ambiente y el clima. Si estos instrumentos no elevan el listón respecto de la situación actual no será posible revertir la crisis ambiental del sector.
También preocupa que consideren blindar una asignación mínima del 60% de los fondos a pagos directos (que están sirviendo para promover el modelo de agricultura industrial e intensificada en grandes explotaciones) o la no inclusión de cuestiones relativas a agricultura y ganadería de alto valor natural y el apoyo escaso a las explotaciones en espacios Natura 2000. Por su parte, el Consejo tampoco apuesta por una condicionalidad realmente reforzada en materia ambiental y social y sigue sin fijar un presupuesto que permita dar respuesta a los objetivos de biodiversidad y clima.
Ante estas propuestas, que suponen un retroceso, ambas organizaciones solicitan al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, al Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico y a los eurodiputados españoles, que apoyen una reforma de la PAC comprometida con el medio ambiente, el clima y la salud de las personas y que se vincule de manera legal y efectiva con el Pacto Verde Europeo, garantizando al mismo tiempo el futuro del propio sector al proteger los recursos naturales de los que depende.
Para afrontar estos retos, SEO/BirdLife y WWF piden que la mitad del presupuesto total de la PAC esté asociado a objetivos ambientales y climáticos, y que se promueva la remuneración de bienes públicos, como los ofrecidos por las explotaciones en Natura 2000, la agricultura y ganadería de Alto Valor Natural y la producción ecológica.
Asimismo, proponen que se eliminen los subsidios perversos de la PAC para el medio ambiente, el clima, el bienestar animal y la salud de las personas, y reforzar las condiciones de acceso a las ayudas en materia ambiental y social (la condicionalidad). En particular, en materia de condicionalidad, establecer como práctica obligatoria la rotación real en cultivos herbáceos, el mantenimiento de la cubierta vegetal en leñosos y un porcentaje de superficies de interés ecológico en todos los tipos de cultivos y superficies agrarias ocupadas por elementos naturales y no productivos para dar espacio a la naturaleza. Estas propuestas situarían a la agricultura española en una posición ventajosa, al afrontar los principales problemas ambientales vinculados a modelos intensivos y favorecer prácticas propias de la agricultura mediterránea.
Con estas propuestas se busca revertir la crisis social y ambiental del campo, reorientando el desequilibrado modelo actual de la PAC que agota el campo y da la espalda a las explotaciones de mayor valor socio ambiental. Además es un sistema injusto, pues aún tan solo el 20% de los beneficiarios de esta política acaparan el 80% de las ayudas. Por ello, SEO/BirdLife y WWF creen que la Política Agraria Común más allá de 2021 debe ser una de las políticas clave para impulsar la transición agroecológica, incluyendo el cumplimento de los objetivos planteados por la Estrategia de la Granja a la Mesa y de Biodiversidad 2030.