La futura PAC da la espalda al Pacto Verde Europeo, debilitando la ambición climática de esta política. El presupuesto destinado a objetivos ambientales es insuficiente y margina a los agricultores y ganaderos que producen alimentos sanos y respetuosos con la naturaleza y las personas.Se mantiene el apoyo a modelos de intensificación del territorio injustos e insostenibles.
Desoyendo las recomendaciones y evidencias de la ciencia y las demandas de la sociedad civil, y dando la espalda al Pacto Verde Europeo, esta madrugada el Europarlamento y el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE han alcanzado acuerdos decepcionantes para el futuro de la PAC. Tras estos acuerdos, aún por cerrar en el caso del Parlamento, la propuesta de reglamentos de la Comisión Europea queda muy debilitada en cuestiones ambientales y sociales. Consejo y Parlamento confirman así una actitud continuista que dificulta la transición agroecológica de nuestros sistemas alimentarios, impidiendo su adaptación a los retos futuros.
En el caso del Consejo, salvo blindar un presupuesto mínimo para los llamados ecoesquemas (un 20%, frente al actual 30% del greening), su posición debilita prácticamente cada uno de los componentes de la arquitectura verde de la propuesta de la CE de 2018. Según lo acordado, la condicionalidad ya no podrá llamarse reforzada, al mantener prácticamente la situación actual e incorporar con el mismo diseño fallido elementos del “greening” cuya ineficacia ya ha resultado probada, como las “superficies de interés ecológico” que no aplican a leñosos ni pastos, o la “diversificación de cultivos”, en lugar de la rotación.
Además, mantienen el criterio para contabilizar como presupuesto destinado a objetivos ambientales ayudas que no establecen condiciones suficientes para garantizar una gestión ambientalmente favorable, reduciendo así el impulso necesario para destinar fondos a otras medidas más eficaces o apropiadas como las agroambientales o los pagos a explotaciones en zonas protegidas como Red Natura 2000. A pesar de pretender orientar la política a un modelo que responda más a sus resultados, se debilita precisamente el sistema de evaluación y seguimiento que debería ser el soporte de ese modelo.
“Decepciona comprobar que la gran mayoría de los europarlamentarios españoles parecen desconocer la crisis ambiental y social del sector agrario en España y hayan respaldado la continuidad de una política que favorece los modelos agrarios menos sostenibles y justos con la gente del campo. Estamos fallando como país. El Ministerio de Agricultura, y el Gobierno de España, en su conjunto, debe apoyar a las explotaciones con mayor valor social y ambiental, para las que España es un exponente principal”, afirma Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife. “La transformación en verde de la PAC es la verdadera oportunidad de futuro del sector agrario en este país. La mejor “Marca España”: competitividad verde y excelencia social, de nuestros productos agrarios”, asegura.
El Parlamento aún no ha cerrado su posición final, y las votaciones continuarán hasta el viernes. Sin embargo, el resultado de la primera tanda de votación de ayer, centrada de hecho en los aspectos ambientales de la PAC, no es mejor que el del Consejo. Si bien es cierto que apoya un porcentaje mayor para ecoesquemas (el 30%), incluye objetivos económicos y abre la puerta de estos pagos verdes a la ganadería industrial, diluyendo el objetivo ambiental prioritario que debe tener. E igualmente, a pesar de defender la rotación de cultivos en la condicionalidad, rechaza el resto de propuestas que realmente podrían suponer un refuerzo de este sistema básico de condiciones asociadas a los ayudas.
En los próximos días podrían salir adelante algunos otros aspectos positivos relacionados con la sostenibilidad de los regadíos o las ayudas a las fincas en Red Natura 2000, pero aún así el acuerdo final quedaría lejos de la ambición ambiental necesaria. Por lo que sólo cabría ya que en la votación final, los parlamentarios asumieran su responsabilidad y decidieran iniciar el debate sobre la propuesta de la CE desde el principio en el seno del Parlamento.
“Tanto el Parlamento Europeo como el Consejo de Ministros de Agricultura y Pesca han presentado unas propuestas decepcionantes que no van a permitir asegurar la viabilidad en las explotaciones en Natura 2000, en producción ecológica o de la agricultura y ganadería de alto valor natural. Una vez cerrados los reglamentos, tocará definir la política a nivel nacional”, afirma Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España. Y añade: “Tenemos esperanza de que, si nada cambia en lo que queda de negociación a nivel europeo, el PEPAC sirva para compensar estas debilidades y permita reconducir este descalabro para poder avanzar hacia una transición agroecológica y conseguir una PAC verde y justa”.
Olimpia García
Nylva Hiruelas