Tras 15 días caminando sin descanso, la Marcha a Glasgow por el Clima ha completado la mitad de su recorrido de más de 1.000 kilómetros. El grupo caminará a pie 29 etapas de una media de 35 kilómetros diarios hasta llegar a Glasgow, donde se celebrará la próxima COP26.
La ruta ha alcanzado el ecuador con su llegada a la ciudad de Leeds, donde las organizaciones ecologistas han sido recibidas por el alcalde, por el alcalde de los niños y por diferentes colectivos sociales y ecologistas.
Desde que salió de Zaragoza hace medio mes, la Marcha a Glasgow ha atravesado el sur de Inglaterra, las Midlands y se ha adentrado en Yorkshire. En todas sus paradas se han realizado encuentros con colectivos ecologistas locales que, con la pandemia, habían reducido su actividad. Estas semanas, con el impulso de la marcha y de la COP26, se están reactivando.
Activistas de Portsmouth, Southampton, Winchester, Ibthorpe, Peasemoor, Newbury, Oxford, Adderbury, Princethorpe, Loughborough, Hinkley, Leicester, Ruddington, Mansfield, Loughborough, Nottingham, Darton, Chesterfield, Sheffield han participado en la agenda de actos de la Marcha.
La ruta, que es muy exigente físicamente –tanto por la complejidad del clima británico como por la intensidad y kilómetros recorridos– ha discurrido hasta ahora sin contratiempos y con buen ánimo de las diez personas que marchan de manera fija.
Grupos locales de Extinction Rebellion, Friends of the Earth o Greenpeace, entre otras, les están haciendo de guías y garantizando alojamiento con el objetivo de que la presencia de la marcha suponga un incentivo para la movilización local. En la ciudad universitaria de Oxford, por ejemplo, la acogida fue muy numerosa y un nutrido grupo de personas cortó el tráfico atravesando la ciudad junto a los marchistas.
En Princethorpe coincidieron con Insulate Britain, un grupo activista que surge de Extinction Rebellion para hacer que el Gobierno aísle mejor las casas y reduzca las emisiones en Gran Bretaña. En Hoyland participaron en la protesta vecinal contra la destrucción de un parque cercano para la instalación de un centro logístico de la multinacional alemana Hermes.
Además, en varias ocasiones las marchistas han mantenido contactos con ayuntamientos de la ruta. En Winchester les recibió Vivian Achwal, alcaldesa del municipio, independiente, de centro izquierda y con claras proyecciones ecologistas que cuenta con el apoyo de la coalición de entidades involucradas en la acción contra el cambio climático. Similar acogida tuvieron en la ciudad industrial de Sheffield. En esta ocasión fue la alcaldesa laborista Gail Smith quien recibió a la Marcha junto a representantes y activistas de los grupos por el clima y el Partido Verde.
Durante este fin de semana en Leeds, tanto su alcalde, Asghar Khan, como su alcalde de los niños Samuel Hill,les han dado la bienvenida. Esta es la población más importante del feudo laborista de Yorkshire y antigua zona minera golpeada por las políticas ultraliberales de Margaret Tacher.
Con estas acciones la Marcha a Glasgow quiere acercar a la COP26 la presencia activa de la ciudadanía europea comprometida, consciente de que “el cambio climático es generalizado, rápido y se está intensificando”, según el último informe del IPCC. En dicho informe, 11.000 científicas y científicos advierten de que, a menos que se decidan reducciones rápidas y ambiciosas de CO2, el mundo se enfrentará a un “sufrimiento indecible”.
Con el objetivo de que en la Conferencia de las Partes se llegue a acuerdos firmes y ambiciosos, el lema de las marchistas es “Si nosotros podemos… los gobiernos pueden”. La marcha confluirá antes de llegar a Glasgow con “Camino to COP26”, proyecto afín también de caminantes organizado por Extinction Rebellion UK.
La Marcha a Glasgow por el Clima es un proyecto nacido en Zaragoza y coorganizado por la Alianza por la Emergencia Climática, Ecologistas en Acción y Extinction Rebellion.