Los planes estratégicos de la PAC están lejos de lo que realmente se necesita para abordar numerosos retos relacionados con la alimentación, la agricultura y la ganadería. Esta es la postura de Fundación Global Nature (FGN) ante la partida que consume un tercio del presupuesto de la Unión Europea.
Si bien los desafíos difieren de un país a otro, el panorama general se presenta bastante sombrío. A finales de este año, cada Estado Miembro aprobará definitivamente su Plan Estratégico para la aplicación de la Política Agraria Común (PEPAC) 2023-2027. Un nuevo enfoque con el que cada país establece los detalles de las medidas de la PAC ajustándose a las necesidades de cada territorio. La Comisión Europea, ante la propuesta presentada por España, ya remitió a finales de marzo de 2022 un informe de observaciones resaltando la falta de ambición respecto a los objetivos ambientales y climáticos. Ahora, la pelota está en el tejado del MAPA, y se espera que considere incluir las recomendaciones de la Comisión, porque de aprobarse así, España quedaría lejos de cumplir con los objetivos del Pacto Verde Europeo. Aun así, la Fundación celebra que, entre las cuestiones reclamadas, la propia Comisión Europea reconozca la importancia de los humedales como ecosistemas que albergan una alta biodiversidad y como pieza clave frente al cambio climático gracias a su capacidad de almacenar carbono.
“No olvidemos que los humedales están entre los ecosistemas con mayor capacidad de mitigar cambio climático por unidad de superficie, pero si están alterados, se convierten en emisores netos de gases de efecto invernadero” afirma Vanessa Sánchez, coordinadora de proyectos de FGN. Mantener los humedales en buen estado de conservación, depende en gran medida de las prácticas agrarias que se realizan en el entorno de estos ecosistemas, y por esta razón, en la reforma de la PAC, se incluyó como novedad, en la condicionalidad,una BCAM (Buenas Condiciones Agrarias y Medioambientales) para preservar los humedales. Sin embargo, la redacción aprobada en la última versión del PEPAC es tan ambigua que difícilmente conseguirá el objetivo que persigue.
Por ello, desde Global Nature, se insta a que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y el Gobierno pongan en marcha los mecanismos precisos para asegurar el cumplimiento de la BCAM 2, asegurando su arranque desde 2023, sin demorarlo a 2025 y con una definición correcta de las prácticas agrarias que se pueden implementar en el entorno de los humedales.
Fundacióm Global Nature celebra que la propia Comisión Europea reconozca la importancia de los humedales como ecosistemas clave.
Desde FGN, en el marco de los proyectos europeos LIFE Wetlands4Climate y LIFE Paludicola, se ha publicado un documento donde se incluyen las recomendaciones y prácticas agrarias que debería promover la BCAM2 en el entorno de humedales y donde además se proponen 16 medidas agroambientales, susceptibles de ser incluidas en los Planes de Desarrollo Rural, de manejo de pastos, y de gestión de vegetación y suelos en el entorno de humedales para promover un uso sostenible de los recursos y favorecer el empleo y el desarrollo local en entornos agrarios.
“El sector primario tiene la oportunidad de revertir la situación actual promoviendo prácticas agrarias compatibles con la conservación de los humedales y su entorno, estos ecosistemas están seriamente amenazados y su colapso perjudicaría a todos, también al sector agrario” señala la responsable de proyectos de Global Nature “Es imprescindible gestionar el territorio a escala de paisaje mediante modelos de agricultura y ganadería sostenibles, respetuosos con la biodiversidad y aliados para la mitigación del cambio climático” concluye.