- La organización lanza una campaña para identificar el plástico ilegal en frutas y verduras
- La norma, de obligado cumplimiento desde el 1 de enero de 2023, prohíbe la venta de frutas y verduras enteras en plástico
El Real Decreto de Envases y Residuos de Envases aprobado hace cuatro meses por el Gobierno de España establece la obligación de dejar de vender frutas y verduras envueltas en plástico. Sin embargo, y a pesar del tiempo transcurrido podemos seguir comprando en muchos comercios de nuestro país frutas y verduras metidas en plástico film y bandejas plásticas. La norma es de obligado cumplimiento desde el 1 de enero de 2023 y se aplica a todos los comercios minoristas de más de 300 m2.
Por ello, Greenpeace lanza una campaña de identificación de estas malas prácticas y pide a la ciudadanía fotografiar los lotes de frutas y verduras de menos de 1,5 kg que se presentan envueltos en plásticos, para denunciarlo al Ministerio de Transición Ecológica y que haga cumplir la ley.
“El planeta sufre una pandemia silenciosa causada por la contaminación por plásticos. Ningún lugar del mundo se libra de la presencia de microplásticos, incluido nuestros propios organismos. Urge poner freno a este descontrol y urge que el Gobierno se tome en serio el problema y obligue a cumplir la ley que exige retirar el plástico de las frutas y verduras”, ha declarado Julio Barea, responsable de la campaña de residuos de Greenpeace.
La norma también obliga a los comercios minoristas de alimentación a presentar a granel aquellas frutas y verduras frescas que se comercializan enteras. Fomentar la venta a granel de alimentos, especialmente en aquellos casos en los que el envase no aporta ningún valor añadido al producto y a los comercios cuya superficie sea igual o mayor a 400 metros cuadrados a destinar, al menos el 20 % de su área de ventas, a la oferta de productos presentados sin embalaje primario, incluída la venta a granel o mediante envases reutilizables.
El greenwashing o lavado verde en los supermercados también está presente, y podemos encontrar envoltorios con la etiqueta de biodegradables o compostables, desviando el problema hacia nuevos materiales.
Julio Barea | Greeenpeace