- En el Día Mundial de las Aves Migratorias, SEO/BirdLife denuncia que Doñana ya no cumple con sus funciones ecológicas para la reproducción e invernada de las aves migratorias por las que ha sido merecedor de diversas figuras de protección y reconocimiento internacional, debido a la degradación de sus hábitats acuáticos.
- Situado entre Europa y África, Doñana es un humedal crucial en el paso migratorio de las aves entre ambos continentes, motivo por el cual ha sido mundialmente conocido por su valor estratégico para la cría, la invernada y la parada de cientos de miles de aves migratorias, muchas de ellas especies amenazadas.
- Los últimos datos de invernada, 2021-2022, corroboran esta tendencia regresiva, con 87.488 individuos de aves acuáticas, el número más bajo en 40 años. Incluso una de las especies invernantes más emblemáticas y abundantes de Doñana, el ánsar común, ha pasado de superar los 40.000 ejemplares de forma habitual a marcar los registros más bajos de la historia, con menos de 10.000 ejemplares durante el invierno de 2023
Las aves migratorias han desarrollado la fascinante capacidad evolutiva de recorrer grandes distancias desde sus lugares de invernada hacia las áreas de reproducción y viceversa, salvando a veces miles de kilómetros. Un exigente periplo que supone un desafío extremo a su biología por tener que superar en muchos casos las grandes barreras geográficas que suponen las cordilleras montañosas, los desiertos y los mares. Pero, además, en el camino encuentran numerosos peligros: caza ilegal, contaminación, hábitats destruidos, temporales, parques eólicos, carreteras o tendidos eléctricos. Es por ello, que conservar sus espacios de cría, invernada y reposo en sus rutas migratorias es vital para su conservación.
En 2023, Día Mundial de las Aves Migratorias rinde homenaje a los ecosistemas acuáticos del planeta y a su importancia para muchas especies de aves migratorias. El próximo sábado 13 de mayo es la fecha elegida para esta celebración promovida por Naciones Unidas a través de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS) y su Acuerdo para las Aves Acuáticas Migratorias de África y Eurasia (AEWA), junto con la organización Medio Ambiente para las Américas (EFTA).
Y es que la gran mayoría de las aves migratorias dependen de los ecosistemas acuáticos continentales y costeros durante su ciclo vital: ríos, lagunas, lagos, arroyos, marismas, estuarios, deltas, albuferas o salinas son vitales para su alimentación y reproducción, pero también como lugares para descansar y recuperarse durante sus largos viajes.
Sin embargo, los ecosistemas acuáticos están cada vez más amenazados en todo el mundo y, por tanto, las aves migratorias que dependen de ellos. La creciente demanda humana de agua, así como la contaminación, la expansión del regadío y el cambio climático están teniendo un impacto directo en la disponibilidad de agua en cantidad y calidad suficiente para garantizar la conservación los ecosistemas acuáticos naturales y las especies silvestres asociadas, y de muchas aves acuáticas migratorias en particular.
Doñana se extingue para las aves migratorias
El Parque Nacional de Doñana no es una precisamente una excepción, sino uno de los ejemplos más paradigmáticos de la degradación de un humedal de importancia internacional, ubicado estratégicamente entre dos continentes y, por tanto, de vital importancia para las aves acuáticas migratorias. En años ecológicamente óptimos, sus marismas desempeñan un papel extraordinario como zona de invernada, paso migratorio y área de reproducción para la avifauna acuática del Paleártico Occidental, llegando a formarse espectaculares concentraciones de decenas de miles de individuos.
Sin embargo, la sobreexplotación de las masas de agua y los efectos del cambio climático en forma de sequía extrema más frecuente y altas temperaturas han reducido en los últimos años el período de inundación de la marisma, afectando a los miles de ejemplares de anátidas y limícolas invernantes que tapizaban las marismas y cielos y la formación de las grandes colonias de cría. Esa imagen icónica del humedal, en la que miles de parejas de espátulas, garzas o moritos formaban también ruidosas colonias de cría o “pajareras” en los alcornoques, empieza a ser una imagen del pasado.
Sin agua no hay reproducción
Precisamente el Informe sobre el estado de conservación de las aves acuáticas en Doñana, publicado recientemente por SEO/BirdLife, muestra las tendencias poblacionales –en su gran mayoría negativas–, tanto para las especies de mayor interés de conservación (catalogadas como amenazadas), como para las poblaciones de aves acuáticas comunes, para las cuales Doñana ha significado una de sus principales áreas de reproducción e invernada en Europa.
Según refleja la serie histórica de datos 2004-2022 (con datos de la Estación Biológica de Doñana-CSIC) analizada y recopilada en este informe, sobre la evolución de las poblaciones de aves acuáticas reproductoras y sus tendencias, la mayor parte de las especies se encuentran en una situación extremadamente preocupante. Por ejemplo, han desaparecido como aves reproductoras el fumarel común, y la garcilla cangrejera o la garza imperial, empeoran su estado de conservación.
Especies históricamente abundantes como la pagaza piconegra han pasado de cifras superiores al millar de parejas en la primera década del siglo XXI a reproducirse tan solo dos años de los últimos nueve. Su situación evidencia la mala evolución de los representantes de la familia de los charranes y fumareles en Doñana, que también se observa en otras especies como el fumarel cariblanco o el charrancito común, que ha pasado de más del millar a principios de la década a no pasar de 20 parejas en 2022.
Especies comunes, como las espátulas, también están registrando bajas tasas de productividad. Seis de los siete peores datos de reproducción para la espátula común del siglo XXI en Doñana han tenido lugar en 2012, 2014, 2016, 2019, 2020 y 2022, mostrando la población del espacio natural una tendencia lineal claramente negativa, que en valores absolutos se supone una reducción del 50% de la población reproductora en lo que va de siglo.
Invierno sin invernantes
No solo la reproducción en Doñana es cada vez más silenciosa. Los datos de invernada certifican esta misma tendencia regresiva en las poblaciones que arriban a las marismas del Guadalquivir desde el centro y norte de Europa. En la invernada 2021-2022 se han censado 87.488 individuos, el número más bajo en 40 años. Según los resultados del Censo internacional de aves acuáticas invernantes durante 2023, una de las especies invernantes más emblemáticas y abundantes de Doñana, el ánsar común, ha pasado de superar los 40.000 ejemplares de forma habitual a marcar los registros más bajos de la historia, con 9.591 ejemplares. Sólo 9.171 agujas colinegras fueron censadas este año, el número más bajo desde la invernada 1980-81 y las 2.933 avocetas censadas representan el peor dato para esta especie desde la invernada de 1985-1986.
Ultima llamada para Doñana
Por estos motivos, SEO/BirdLife no sólo ha pedido a las Administraciones nacionales acciones urgentes y efectivas para salvar Doñana, sino que ha comunicado a organismos internacionales como la Convención de Ramsar sobre los Humedales y a la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la UNESCO, la urgente necesidad de actuar contundentemente para intentar revertir una crisis de biodiversidad sin precedentes en la historia del parque nacional.
Según se desprende de numerosos informes técnicos y científicos, actualmente Doñana no podría acreditar el cumplimiento de gran parte de los criterios e indicadores establecidos en los estándares de calidad de la Green List de la UICN, lista que certifica que el espacio se gestiona adecuadamente, de acuerdo con unos criterios y directrices aceptados internacionalmente. Igualmente, la ONG ambiental considera que Doñana debería ser incluida en la Lista de Patrimonio de la Humanidad en peligro de la UNESCO.
SEO/BirdLife también ha solicitado apoyo a la ciudadanía para detener la extinción de Doñana, mediante la recopilación de firmas (más de 145.000 hasta la fecha) y que en breve serán entregadas al Parlamento Andaluz. Se trata de seguir presionando para que no se apruebe la legalización de 650 fincas de regadío en el entorno del parque nacional, que supondría el golpe definitivo que podría abocar al humedal a un punto de no retorno. La ONG ambiental, suma así su voz a las de diferentes entidades científicas, los órganos de gobierno del Parque Nacional y la Comisión Europea que han manifestado su apoyo a Doñana.
Global Big Day, un día para “pajarear”
El Día Mundial de las Aves Migratorias coincide además con la celebración del Global Big Day, que anima a todos los aficionados a la ornitología a que salgan al campo a observar aves y a difundir sus avistamientos a través de la plataforma eBird. Participar es fácil, incluso se puede ser parte del Global Big Day desde casa, dedicando al menos 5 o 10 minutos e informando de las observaciones realizadas, que ayudan a comprender mejor las poblaciones de aves a nivel mundial a través de mapas animados de abundancia presentados por eBird Science.
El año pasado, el Global Big Day reunió virtualmente a más de 51.000 personas de 201 países, que subieron de 132.000 listas de avistamientos a eBird, estableciendo cuatro nuevas marcas mundiales para un solo día de observación de aves: mayor número de aficionados, desde el mayor número de países, informando de mayor número de especies y en mayor número de listados.