- Las continuas olas de calor de este verano están acelerando la proliferación de este mosquito y otras plagas con el consiguiente impacto sobre la Salud Pública que esto puede acarrear.
- La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) insta a las Administraciones Públicas a reforzar las labores de control y ofrece una serie de recomendaciones a los ciudadanos para evitar las molestias y potenciales enfermedades asociadas.
Cuando ya teníamos asumido que la presencia de mosquito tigre (Aedes albopictus) en España había llegado a un punto de no retorno y que su extinción era imposible, la detección en Galicia de este vector transmisor de graves enfermedades como el dengue, el zika o el chikungunya, entre otras, nos enfrenta a un nuevo escenario: y es que su expansión no puede sino seguir creciendo hasta colonizar el territorio nacional. Las condiciones no le pueden ser más favorables: la globalización y el progresivo aumento de las temperaturas, producto del cambio climático, son dos de sus principales aceleradores, sin señal alguna de remisión sino más bien todo lo contrario.
Un panorama que, desde la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), insisten en que “ha de mantenernos en situación de alerta ya que nuestro país juega un papel fundamental, por cuanto que se sitúa en un eje geográfico de tránsito global muy importante”.
Así lo explica su director general, Jorge Galván, quien alerta, además, de que “España es la puerta de entrada de otras no pocas especies de mosquitos y otras especies invasoras, con el riesgo sobre la Salud Pública que esto conlleva. Por todo ello”, afirma, “es imprescindible que la sociedad en su conjunto, desde las Administraciones Públicas hasta la ciudadanía, incrementemos las medidas de vigilancia, prevención y control oportunas que ejerzan de contención necesaria en la expansión de este peligroso insecto”.
Desde ANECPLA alertan de la especial dificultad que entraña el control específico de esta especie de Aedes por cuanto que, afirman, se trata de una especie altamente adaptativa que si bien necesita la humedad para reproducirse también es capaz de sobrevivir en condiciones mínimas de ésta. Asimismo, la hembra que es quien pone los huevos lo hace en la superficie de los denominados “imbornales” -acumulaciones de agua-. Pero no de forma única, sino que, para asegurar la continuidad de la especie, ésta coloca sus huevos en varias tandas en distintos espacios, lo que complica enormemente su control.
Asimismo, cuando las temperaturas se elevan, no sólo ocurre que el ciclo biológico del mosquito tigre se acorta, sino que además los virus que tienen capacidad de transmitir se desarrollan más rápidamente. ANECPLA insiste por tanto en que la colaboración entre todos los agentes sociales es imprescindible y hace un llamamiento a activar sistemas de alertas por parte de los organismos públicos, responsables de coordinar los servicios de control de esta plaga.
Además, ANECPLA ofrece a la población general cinco recomendaciones para evitar la propagación del mosquito tigre en sus casas y jardines particulares.
Las recomendaciones de ANECPLA, en línea con las de la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluyen el control profesional de estos mosquitos unido a otras medidas cotidianas llevadas a cabo por parte de la población para evitar que el mosquito deposite sus huevos:
1. Vaciar el agua de los platos de las macetas.
2. Renovar el agua de las piscinas de plástico y cubrirlas cuando no se utilicen.
3. Mantener limpios canalones y desagües y evitar acumulaciones de agua.
4. Cambiar frecuentemente el agua de los bebederos de los animales domésticos.
5. Cubrir cualquier objeto que pueda acumular agua.
Lorena Bajatierra | CTC