- Los últimos datos del Informe de los Acuíferos de Doñana (Año Hidrológico 2021-22) de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, analizados por WWF, confirman el imparable deterioro de Doñana.
- El nivel de todas las aguas subterráneas ha pasado a estar en una situación preocupante y se ha incrementado de tres a nueve el número de sectores del acuífero en situación de alarma por el impacto de la agricultura intensiva y descontrolada.
Doñana se acerca a un punto de no retorno. Los últimos datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) confirman el grave empeoramiento del acuífero que mantiene a este estratégico humedal. El nivel de las aguas subterráneas de los 16 sectores en los que subdivide al acuífero la CHG están todos en una situación altamente preocupante y, por primera vez desde que hay registros, nueve de ellos han entrado en estado de alarma. Por ello, WWF reclama al Gobierno y a la Junta de Andalucía medidas inmediatas y extraordinarias para acabar con la sobreexplotación y el robo del agua.
Esta situación alarmante se ha repetido este año hidrológico 2022-2023, que si no lo remedian las lluvias de septiembre volverá a ser un año muy seco, lo que ha provocado que este verano la mayor laguna permanente de Doñana, Santa Olalla, se haya vuelto a quedar sin agua por segundo verano consecutivo por primera vez en la historia.
Si bien las bajas precipitaciones- el ciclo hidrológico 2021/2022 ha sido el más seco de los últimos 11 años -y el calor sufrido- que ha elevado la temperatura media anual hasta los 18.5 grados en la estación meteorológica del Palacio de Doñana, la más alta de las registradas- inciden en el mal estado actual del acuífero, estas no son las causas principales de que Doñana se encuentre en una situación agónica. El informe, al que ha tenido acceso de forma oficial WWF España, confirma de forma clara y contundente que la sobreexplotación del acuífero por la agricultura intensiva y el robo del agua han empujado a Doñana al borde del colapso.
Por primera vez desde que elabora este informe la Confederación Hidrológica del Guadalquivir, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, concluye de forma inequívoca que ocho sectores de un total de 16 registran un nivel piezométrico peor del que puede esperarse por las lluvias registradas durante el pasado ciclo hidrológico. La propia Confederación Hidrográfica reconoce en su informe que el actual grado y modo de explotación de los recursos subterráneos en zonas del acuífero compromete su buen estado y el de los ecosistemas terrestres dependientes.
Este deterioro se evidencia también en el hecho de que tres de las cinco masas del acuífero (“El Rocío”, “Almonte” y “Marismas”) están en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo.
Ante esta situación tan crítica, WWF alerta sobre el riesgo de que el acuífero pueda sufrir un proceso de salinización por una posible infiltración del agua del mar en el subsuelo, lo que podría tener efectos catastróficos para la biodiversidad y la agricultura de la zona.
El informe de la CHG también analiza el grave problema de la contaminación de las aguas subterráneas y concluye que las zonas con mayores niveles de concentración de nitratos (por encima de los 100mg/l) se sitúan sobre zonas declaradas vulnerables y alerta de que la masa de agua subterránea de Almonte se encuentra en mal estado químico, sin duda por el impacto de la agricultura intensiva.
“Doñana se encuentra en el peor momento de su historia: la agricultura intensiva está acabando con las últimas gotas de agua almacenada que nos quedan. La situación de los acuíferos es gravísima y el riesgo de salinización cada vez es más real”, comenta Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España. Y añade: “Estamos ante una verdadera emergencia y ya no es suficiente con las medidas tomadas hasta ahora, por lo que pedimos al Gobierno y a la Junta de Andalucía que se termine con la impunidad y se coordinen de manera urgente para impedir que esta campaña se riegue ni una sola hectárea ilegal en Doñana”.
En estas circunstancias críticas y confirmadas por informes oficiales, WWF reclama al Ministerio para la Transición Ecológica y a la Junta de Andalucía que actúen para poner fin a la impunidad, intensifiquen la vigilancia y se coordinen para actuar cautelarmente contra cualquier explotación que riegue ilegalmente sin ningún tipo de autorización, como viene ocurriendo en la actualidad. Para WWF debe actuarse con contundencia y no debe permitirse que se ponga en explotación ni una sola hectárea ilegal.
Asimismo, WWF considera imprescindible y urgente cumplir con el compromiso de aprobar y aplicar un plan anual de extracciones del acuífero que, en base a la información actualizada, ajuste las dotaciones públicas y privadas a la disponibilidad real del agua y limite su uso, de modo que se cumpla con el régimen de aportes de agua que precisan los ecosistemas. Además es urgente reforzar los controles que aseguren que no se consumen más aguas que las dotaciones asignadas.
WWF España exige también a la Junta de Andalucía que abandone la inacción y aplique de forma urgente el Plan Especial de Ordenación de las zonas de regadío ubicadas al norte de la corona forestal de Doñana, con el cierre de pozos y fincas ilegales y que retire la proposición de ley para amnistiar a los agricultores ilegales y ampliar la superficie de regadío en hasta 1903,7 hectáreas más, según los cálculos de WWF.
Ante estos nuevos y alarmantes datos, WWF remitirá a la UNESCO y a la Comisión Europea este informe oficial, elaborado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, para que adopte las medidas necesarias para garantizar que se cumpla la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Nylva Hiruelas | WWF