El Gobierno quiere que las bolsas de plástico de un solo uso desaparezcan en 2018. Para ello, el Ministerio de Medio Ambiente ha elaborado un duro calendario de eliminación que incluye la prohibición de distribuir estas bolsas en 2018, con la excepción de las que se usan para guardar pescado o carne, según explicó la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera.
Además, el Ministerio recurrirá a medidas insólitas para concienciar a los ciudadanos de los daños producidos al entorno por las bolsas de un solo
uso, cuya fabricación depende del petróleo. A partir del 1 de enero de 2015, los supermercados y el resto de superficies que distribuyan estas bolsas tendrán que incluir en ellas «un mensaje alusivo a los efectos que provocan en el medio ambiente».
El Ministerio fijará el contenido de estos mensajes. Como en las cajetillas de tabaco, las fotografías de pulmones cancerosos podrán ser sustituidas por islas de bolsas de plástico en el mar o lemas contundentes como «las bolsas matan mamíferos marinos».
El calendario de eliminación de las bolsas de plástico no biodegradables figura en el borrador del anteproyecto de ley de residuos y suelos contaminados, que transpone una directiva europea y en la actualidad se encuentra en trámite de información pública.
El Ministerio se ha encontrado con «una fuerte oposición» de los fabricantes de plástico, pero está empeñado en sacarlo adelante. Su plan es sustituir el 60% de las bolsas en 2013 y el 80% en 2016.
CAMBIAR A BIODEGRADABLES
Dentro de esta ofensiva contra el plástico contaminante, la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, ha presentado una campaña para intentar convencer a los consumidores de que opten por bolsas biodegradables, reutilizables o carritos de la compra. E
l eslogan es radical: «Cambia la bolsa de una vez por todas».»Tenemos en nuestra retina esas islas artificiales de plástico en los océanos», señaló Espinosa, decidida a «animar a la población a cambiar sus hábitos de consumo».
Según sus cifras, en España se producen cada año unos 13.500 millones de bolsas de plástico, por lo que cada ciudadano consume una media de 300 anualmente. «Excesivo en la mayoría de los casos», a juicio de Espinosa.
Este despilfarro implica la generación de casi 100.000 toneladas de residuos al año. La patronal de fabricantes de plástico, ANAIP, insiste en que las bolsas de polietileno son 100% reciclables y propone nuevas versiones de estos sacos, reutilizables.
Fuente Público