La recuperación de la especie se debe principalmente al trabajo conjunto de 21 organizaciones, entre las que se encuentra WWF, que han apostado por el lince ibérico a través de iniciativas en terreno y un potente programa de cría en cautividad desde 2002.
Hoy se ha presentado en el Senado el trabajo de conservación llevado a cabo a través del Proyecto Life LynxConnect desde 2020 hasta ahora. Gracias al trabajo conjunto de 21 entidades, entre las que WWF España ha tenido un papel fundamental, el lince ibérico ha bajado de categoría de amenaza de “en peligro” a “vulnerable” en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), un éxito mundial a nivel de conservación que desde la organización se celebra como un hito histórico.
Tras el último censo publicado por el MITECO, en el que la cifra alcanza los 2021 ejemplares de esta especie en 2023 con un crecimiento poblacional del 21 % sobre los datos del pasado censo de 2022, WWF España celebra que, hoy mismo, la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN sitúe a la especie en la categoría de “vulnerable”. Se trata de la primera especie que desciende dos categorías de amenaza en dicha lista en tan solo 21 años.
Esta gran noticia demuestra que el trabajo conjunto realizado por 21 organizaciones y coordinado por la Junta de Andalucía está dando sus frutos y acerca a esta especie a los objetivos de alcanzar las 750 hembras y entre 3000-3500 ejemplares, para considerar al lince de forma definitiva una especie fuera de peligro.
Los esfuerzos de conservación de este emblemático felino se han centrado principalmente en aumentar la abundancia de su presa, el conejo europeo, que se encuentra actualmente en peligro de extinción con una reducción del 70 % en su población. Por otro lado, dado que el lince sigue expuesto a una serie de amenazas causadas por factores humanos, como la caza ilegal y el furtivismo, también se han llevado a cabo acciones para evitar este tipo de delitos y por otro lado, se han puesto medidas para la prevención de atropellos en algunas de las carreteras que cruzan sus territorios, ya que la muerte por atropello es la primera causa de mortalidad no natural.
“Se trata de una gran noticia para todas las personas y organizaciones que hemos formado parte de este éxito mundial de conservación. Nos sentimos orgullosos de haber apostado por el lince ibérico cuando quedaban menos de 100 ejemplares en toda la península ibérica y demostrar con nuestro trabajo que recuperar especies en peligro es posible. No obstante, sabemos que estamos a medio camino y continuaremos trabajando para garantizar su recuperación definitiva. Para ello debemos poner foco en recuperar al conejo de monte, acabar con la caza ilegal y ampliar y conectar las poblaciones para garantizar que llegamos al objetivo de 750 hembras y entre 3000 y 3500 ejemplares en los próximos años”, explicaba Ramón Pérez de Ayala, experto en lince ibérico de WWF España.
El lince ibérico, a medio camino de recuperarse definitivamente como especie
A pesar del crecimiento poblacional del lince ibérico, el actual reto para su recuperación definitiva como especie es la creación de nuevas poblaciones para garantizar el crecimiento del número de hembras y alcanzar el objetivo de al menos 750 en total. Actualmente WWF trabaja en colaboración con otras entidades introduciendo linces en dos zonas de Castilla-La Mancha y otra más en Andalucía.
Este reto, junto con la conectividad de las poblaciones que se llevará a cabo a través del trabajo conjunto del proyecto Life Lynx Connect hasta 2025 en la península ibérica gracias a fondos de la Comisión Europea, viene precedido por distintas iniciativas de conservación sobre el terreno y un potente programa de cría en cautividad desde 2002.
Además del trabajo en terreno, tanto en la recuperación de la especie como en sensibilización de la población local que convive con ella, WWF trabaja en los juzgados, estando actualmente personada como acusación particular en dos casos de linces disparados en Menasalbas (Toledo) y en Lorca (Murcia), y también involucra a la sociedad en la conservación del lince ibérico a través de una campaña de recogida de firmas. Bajo el lema “Yo protejo al lince”, más de 138 000 personas han mostrado su compromiso con la especie y continúan apoyando el trabajo de la ONG ambiental.