La naturaleza es una fuente de inspiración para el ser humano

Un ejemplo conocido de biomímesis fue el diseño del Shinkansen o tren bala japonés, que mejoró notablemente sus prestaciones en velocidad y minimizó su impacto acústico inspirándose en la morfología del martín pescador, una de las aves que puede contemplarse a través de la cámara en directo que la ONG ambiental tiene instalada en la Reserva Ornitológica de Riet Vell.

La naturaleza aporta a las personas multitud de servicios ecosistémicos o ambientales, es decir, que mejoran la salud, la economía y la calidad de vida de la sociedad. Más allá de los servicios de abastecimiento —aquellos obtenidos para el aprovechamiento directo como alimentos, agua o materias primas— la naturaleza es una fuente de inspiración para el ser humano, como se aprecia en numerosas obras artísticas de la historia. Además, la neurociencia ya ha demostrado que la simple observación de las aves no solo mejora el estado anímico, sino que estimula la salud física y mental de muchas personas. El medio natural y las aves son también el elemento clave para el desarrollo de la biomímesis, la ciencia que estudia la naturaleza como fuente de inspiración para el diseño de tecnologías innovadoras y para resolver problemas de diversa índole de cara a mejorar la calidad de vida de las personas.

El martín pescador y el tren bala

La red de cámaras en directo de SEOBirdLife permite la contemplación y conocimiento de los seres vivos en su hábitat y la interacción entre ellos. El público que sigue las cámaras tiene la posibilidad de deleitarse con los comportamientos de las aves, y recrearse en la contemplación de escenas dignas de documentales, en paisajes únicos a lo largo de todas las estaciones del año. Un ejemplo de estos mágicos instantes es la imagen captada de un martín pescador en la laguna de la Reserva Ornitológica de Riet Vell, un espacio gestionado por SEO/BirdLife para la conservación de las aves acuáticas en el Parque Natural del Delta del Ebro.

Pero ¿qué tiene que ver un martín pescador con el tren bala japonés? La biomímesis o ciencia aplicada para imitar a la naturaleza en los diseños industriales tiene la respuesta. El desarrollo del Shinkansen -así se llama allí esa locomotora ‘bala’ nipona de vanguardia-, el tren más rápido del mundo en su categoría alcanzó altísimas cotas de velocidad en los años 90 del siglo XX. Pero su éxito en velocidad se vio eclipsado por un defecto en la acústica: hacía demasiado ruido en determinados tramos, sobre todo a la salida de los túneles, provocando pequeñas estampidas que impedían el descanso de la población cercana, algo similar a lo que sucede en las áreas urbanas próximas a los aeropuertos.

Eiji Nakatsu, uno de los ingenieros del equipo ferroviario del Shinkansen tuvo la genial idea de acordarse de un ave, el martín pescador. Recordó, cómo estos veloces y aerodinámicos pájaros multicolores, no emitían ruido alguno y apenas salpicaban en sus zambullidas para pescar. La afición a la ornitología que profesaba Nakatsu fue su fuente de inspiración para encontrar una solución basada en la naturaleza para un complejo un problema acústico.

“Este técnico diseñó el ‘morro’ de los trenes a imagen y semejanza del largo y puntiagudo pico de los martines, y ¡eureka!, el problema se solucionó. No sólo eso, sino que el tren con ese diseño fue más rápido y ahorraba más energía debido al mejor diseño aerodinámico”, explica Carlos Hernáez, responsable de las cámaras en directo de SEO/BirdLife.

“Esta es una visión reduccionista de la solución del problema que aportó el ingeniero nipón, porque en realidad, además del martín pescador, Nakatsu también corrigió otros aspectos del diseño basándose en las plumas de una lechuza y el abdomen de un pingüino. Parece que la naturaleza ha inventado casi todo, y que las ciencias aplicadas solo reproducen en el ámbito tecnológico lo que lleva funcionando en el mundo animal durante miles de años”, añade Hernáez. Casi tres décadas después de la aplicación de esta mejora técnica, este tren bala es citado como uno de los mejores ejemplos de innovación inspirada en la naturaleza o biomímesis.

Hay muchos otros ejemplos de biomímesis en el mundo animal, como las alas de los aviones con formas aerodinámicas inspiradas en rapaces como el halcón peregrino; robots que se articulan como insectos; materiales ultrarresistentes hechos con sustancias similares a las de la telaraña; formas fusiformes para la navegación; radares inspirados en la ecolocalización de los murciélagos o sistemas de alerta oceánica basados en ultrasonidos como los que emiten los delfines. En las cámaras en directo de SEO/BirdLife el público internauta podrá inspirarse también, como hizo Nakatsu, para imaginar cualquier ingenio que conciba su imaginación o plasmar obras de arte inspiradas en la belleza de las aves y su entorno. Síguelas en: seo.org/camaras

Cámaras en directo de SEO/BirdLife.

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