Ecologistas en Acción crítica que una empresa comercial con intereses financieros tenga la última palabra en el destino de una especie protegida. Y, por tanto, exige que se conceda la custodia de Morgan a una comisión de expertos que estudie la reintroducción de Morgan en su hábitat natural con su grupo familiar. Ecologistas en Acción denuncia que Morgan, eleva a 98, el número de cetáceos en cautiverio en España.
España posee el negro récord de ser el país de la Unión Europea (UE) con mayor número de delfinarios y de cetáceos mantenidos en cautividad con fines puramente comerciales. Así, la historia de la orca Morgan suma otro caso a la dejadez y la falta de rigor científico a la hora del mantenimiento de mamíferos en cautividad.
El pasado 29 de noviembre llegó al orcario Loro Parque (Tenerife) la orca Morgan, rescatada hace un año en aguas holandesa. Un juzgado de Amsterdam avaló la decisión del gobierno holandés de enviar la orca a Tenerife desestimando las apelaciones interpuestas por distintos grupos ecologistas y numerosos expertos internacionales que aconsejan su puesta en libertad.
Así, con la excusa de que su puesta en libertad no garantiza su supervivencia, Loro Parque se hace con los servicios de este ejemplar de orca, especie potencialmente amenazada según el Convenio Internacional para el Comercio de Especies Amenazadas (CITES).
Desde el tribunal que otorga la custodia de Morgan a Loro Parque se hace constar que la reintroducción de Morgan en su hábitat natural no garantizaría la supervivencia del cetáceo, pues una orca solitaria moriría de inanición. Esta sentencia no ha sido avalada por expertos y pasa por alto que con las bases de datos de pruebas de ADN y la clasificación de cada individuo con técnicas de fotoidentificación que se tienen de todos los grupos del Atlántico Norte, encontrar a su clan no sería de gran dificultad. Pero una vez más, prevalece el comercio a la conservación de especies amenazadas y se hace caso omiso a los expertos en mamíferos marinos que durante meses han tratado, sin éxito, la reintroducción en su hábitat natural.
Según la UICN las principales amenazas que se enfrenta la Orca (Orcinus orca) como especie son las muertes accidentales y deliberadas, las capturas con fines de exhibición, la presencia de contaminantes en su dieta, la molestia ocasionada por las acciones antropogénicas, los vertidos de hidrocarburos y la disminución de sus presas a causa de la sobrepesca y los cambios ambientales en su hábitat.
Morgan pasa a ser la primera orca libre que se intentará integrar en un grupo doméstico, sin tenerse en cuenta que las orcas poseen un enorme vínculo social hacia su grupo, hábitos alimenticios particulares e incluso un legado sonoro exclusivo de su clan en determinadas conductas. Numerosos estudios científicos demuestran que la cautividad en los mamíferos marinos, al estar privados de sus necesidades fisiológicas, conductuales y ambientales, les provoca estrés y agresividad, reducen sus expectativas de vida y les provoca multitudes de problemas inmunitarios, haciéndoles más propenso a las enfermedades oportunistas.
Debido al estrés al que son expuestos, los cetáceos en cautividad pueden resultar peligrosos pues entran en conflicto constante entre sus instintos naturales y las condiciones de vida impuesta por el cautiverio.
Y así, Morgan pasará a engrosar la larga lista de cetáceos forzados a realizar pautas de comportamientos antinaturales rítmicos sometidos a la tortura de la ensordecedora música a cambio de alimento. Con Morgan, este número se eleva a 98, aunque la cifra es fluctuante debido al alto número de muertes y reposiciones de estos animales.
Ecologistas en Acción muestra su rechazo a el mantenimiento de mamíferos en cautividad, ya que únicamente responden a intereses comerciales y exige que una comisión de expertos decida el futuro de la orca Morgan en pos de la obligada y necesaria conservación de especies protegidas.