Los representantes del Programa Antídoto han solicitado a la Junta de Castilla y León que intensifique las medidas de prevención y lucha contra el veneno y que eviten el uso masivo de rodenticidas contra posibles explosiones demográficas de topillo.
Los representantes de esta alianza de ONGs ambientales mantuvieron ayer dos importantes encuentros en Valladolid para avanzar en la lucha contra el uso de veneno. Por un lado se han reunido con el equipo técnico de la Dirección General de Medio Natural para revisar la grave situación del uso de veneno en la región, recordando que los cebos envenenados, utilizados para el control de depredadores de las piezas de caza y en algunos casos también del ganado, están produciendo en Castilla y León las mayores mortalidades en España de algunas especies amenazadas. Así, de 2005 a 2010 se encontraron envenenados en la región 248 milanos reales, 41 buitres negros, 28 alimoches, 16 águilas imperiales y 3 osos pardos. Estas cifras son seguramente una pequeña parte de los ejemplares realmente envenenados.
Propuestas del Programa Antídoto para la Junta
Por ello, las ONG han reclamado a la Junta que intensifique las actuaciones de lucha y prevención contra esta grave amenaza, para lo que es necesario desarrollar la Estrategia Regional contra el uso ilegal de cebos envenenados en el medio natural, aprobada en julio de 2011, a través de un plan de actuaciones. Dicho plan debe incluir medidas específicas de vigilancia y prevención en las zonas de mayor impacto, la creación de patrullas especializadas de agentes – apoyadas en patrullas caninas- o la aplicación de sanciones ejemplarizantes.
Por su parte, la Consejería ha informado a los grupos sobre el estado en el que se encontraban algunos expedientes de graves casos de envenenamientos y el desarrollo de tres protocolos de actuación sobre veneno que se esperan aprobar en los próximos meses.
Nuevamente medidas nocivas e ineficaces para el control de los topillos
Otro aspecto en el que las ONGs del Programa Antídoto han mostrado una grave preocupación son las medidas que ya se están llevando a cabo para el control de las altas densidades de topillos registradas en algunas zonas de Castilla y León. La Junta ha vuelto vuelve a ceder ante las presiones de la OPAS y está autorizando ciertas prácticas como la quemas de rastrojos, cunetas y ribazos, que ya han demostrado en el pasado ser completamente ineficaces. Estas quemas se han extendido también a riberas, choperas y zonas sensibles y protegidas y se están realizando sin un adecuado control. Además, han rechazado ante la Consejería de Medio Ambiente el uso masivo de venenos muy tóxicos como la bromadiolona. Este veneno conlleva un riesgo para la salud pública y tiene un grave impacto sobre la fauna predadora, que consume los roedores intoxicados, lo que genera un mayor desequilibrio ambiental que favorece el desarrollo de plagas agrícolas.
Coordinación con grupos de Castilla y León
Por otro lado, Antídoto ha mantenido un encuentro con diferentes grupos de conservación de la naturaleza de Castilla y León en el que éstos han destacado la cada vez mayor presión que se está ejerciendo en la región sobre el medio ambiente. El problema del uso de cebos envenenados y las desproporcionadas e ineficaces medidas en la lucha contra las poblaciones de topillo campesino, han sido dos de los ejemplos destacados. La reunión ha concluido en un acuerdo para impulsar un mayor esfuerzo y coordinación de las organizaciones conservacionistas para hacer frente a los graves problemas ambientales que afectan a la región.
El Programa Antídoto
A través del Programa Antídoto, siete organizaciones ecologistas y conservacionistas trabajan desde hace más de una década contra la grave amenaza que suponen los cebos envenenados en España. Entre estas organizaciones se encuentran las más representativas del movimiento conservacionista español, como son Ecologistas en Acción, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el Fondo para la Conservación del Buitre Negro (BVCF), el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS),la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), el Grupo para la Recuperación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA), la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) y la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (SECEM). A ellas se ha unido a la reunión de Valladolid la Fundación Oso Pardo (FOP).
Antídoto se establece como una entidad multidisciplinar, que actúa como herramienta contra el veneno mediante la coordinación, difusión, denuncia y seguimiento de casos. De esta manera, colabora estrechamente con las administraciones públicas competentes en la conservación de la naturaleza.
Beatriz Sánchez | www.seo.org