Con motivo del Día Mundial contra las Presas, WWF solicita el derribo inmediato de las presas de Gil García y de Barbellido, que están afectando al espacio protegido Sierra de Gredos (Ávila). WWF pide la demolición de ambas presas, y de casi otro centenar más por tratarse de obras inservibles, obsoletas o que causan un fuerte impacto ambiental. Este año, WWF también está desarrollando una campaña en redes sociales para derribar presas virtuales, que coinciden con las 20 prioritarias de la organización.
WWF celebra el Día Mundial contra las Presas con la atención puesta en la de Gil García (Ávila). La demolición de esta presa solo depende de la autorización ambiental definitiva de la Junta de Castilla y León. Después, la Confederación Hidrográfica del Duero ya tendrá vía libre para poner fin a esta infraestructura que no cumple las funciones para las que fue construida.
La otra presa que tiene los días contados es la de Barbellido, también en el espacio protegido Sierra de Gredos (Ávila). En este caso, las instalaciones hidroeléctricas llevan más de un año precintadas y el Consejo de Estado ha recomendado que desaparezca este azud y que se restaure el río. WWF se ha personado judicialmente y está a la espera de poder celebrar la demolición de esta presa que impide la subida de las truchas del Tormes para desovar.
Entre las obras de demolición finalizadas, destacan las que se encuentran en parajes protegidos y de gran valor paisajístico, como las hoces de la Foz de Lumbier y Mendaraz, en Navarra, y los ríos Guadarrama y Cofio, en la cuenca del Tajo, que atraviesan Parques Regionales. También se han eliminado antiguas centrales eléctricas, como la de Saldias (Navarra) y Monzón de Carrión (Palencia).
WWF observa con satisfacción que los planes hidrológicos de demarcación que se van exponiendo a información pública cuentan con varias propuestas de demolición de obstáculos y pequeñas presas. Por ejemplo, el Plan del Guadalquivir contempla demoler 207 azudes y el del Duero más de 450. También existen planes apoyados por las comunidades autónomas, como es el caso de la propuesta de eliminar 99 obstáculos en el río Urumea, dentro de la Demarcación Hidrográfica del Cantábrico. Por su parte, la confederación del Tajo ha identificado, mediante un estudio, 270 obstáculos y pequeñas presas en desuso, susceptibles de demolición y posterior restauración del río afectado.
Estas obras de restauración fluvial son complejas, precisan de la redacción de un proyecto y de ser ejecutadas por mano de obra cualificada, que también incluye el uso de maquinaria de cierta envergadura. Por ello, la inversión en demolición de presas obsoletas constituye una forma de “empleo verde”, donde se conjugan la implicación de empresas locales y la creación de empleo en el sector de la construcción, que está especialmente afectado por la situación económica y que puede enfocarse hacia la restauración ambiental de los ríos.
Según Alberto Fernández-Lop, Programa de Aguas de WWF España: “Estamos muy satisfechos de que la demolición de presas ya no sea un tabú y que esté socialmente aceptada. Los usuarios y gestores del agua están admitiendo el concepto de disminuir el número de presas de nuestro país y la sociedad incluso lo está demandando”. Y añade: “No hay que tener miedo a derribar ciertas presas. Recuperando el buen estado de los ríos reducimos nuestra vulnerabilidad a fenómenos extremos como las sequías y las inundaciones”.
WWF anima a derribar las presas obsoletas a través de la campaña en redes sociales Libera los Ríos
Hasta el momento, con la aplicación de WWF Libera los Ríos ya se han derribado 10 presas virtuales. En concreto, la de Mezalocha (Zaragoza), situada en el espacio natural protegido río Huerva y Las Planas, la de Molló (Cataluña), que tiene la concesión retirada e incumple el caudal ecológico, y A Baxe (Galicia), una presa que ya no cumple la función para la que fue diseñada. La cuarta presa derribada es la de Pikoaga, una central eléctrica del País Vasco parada desde hace más de tres años que está impidiendo la migración del salmón. También ha caído la presa de Mendaraz (País Vasco), la de las Librerías, Los Tilos, La Tosca y Buijoso (Castilla-La Mancha), y el azud del Nacimiento (Andalucía).
Con estas presas ya se han quitado casi 4.000 ladrillos virtuales para llamar la atención sobre los problemas de estas infraestructuras fluviales en España, el país con más presas per capita del mundo.
WWF fue pionera en identificar las presas españolas que se podían demoler, según la legislación vigente, y señaló que se deberían desmantelar de forma prioritaria 84 obstáculos (20 de ellos incluidos en esta aplicación) de los más de 8.000 analizados en toda España.
Cristina Martín | www.wwf.es