Las auditorías realizadas por la Consellería de Economía e Industria, a través del Instituto Enerxético de Galicia (Inega), han detectado que las explotaciones ganaderas pueden ahorrar un 35% en energía, lo que supone 6.300 euros en la factura anual.
El director del Inega, Eliseo Diéguez García, presentó hoy en rueda de prensa los resultados de un estudio que, según destacó, muestra «unas posibilidades de ahorro energético medio superior al 35% del consumo total de la explotación», lo que dijo que se traducía en un ahorro económico anual superior a los seis mil euros, informó la Xunta en un comunicado.
Explicó que de esta forma, y si se tiene en cuenta que las explotaciones presentan un consumo energético medio de 150.000 kWh/año, lo que supone un coste medio aproximado de 11.500 euros por ejercicio, el ahorro económico anual ascendería hasta el 54%, es decir más de la mitad de su factura energética.
Entre los consumos energéticos destaca, por su importancia, el consumo de gasóleo, con un 69% del total, mientras que la electricidad acapara el 24%, destacando aquí el ordeño y el enfriado de la leche.
Además, Diéguez destacó que «en el caso de implementar estas medidas a las más de 12.000 explotaciones ganaderas gallegas, obtendríamos un ahorro energético próximo a los 12.000 tep/ano, que se traduciría en un ahorro económico de 16 millones de euros por ejercicio».
El documento del Inega aborda diversos campos que van desde la tipología de los procesos productivos hasta el análisis energético de la producción de leche, desglosando, de forma detallada, las múltiples opciones para lograr los máximos ahorros energéticos.
Entre las opciones propuestas destaca la instalación de intercambiadores de placas para el preenfriado de la leche, que suponen un ahorro medio del 45% del consumo total del tanque de frío. Esta medida permite, además, mejorar la calidad de lo leche al reducir el tiempo empleado para bajar su temperatura.
La instalación de un variador de velocidad en las bombas de vacío permite adecuar la extracción de la leche a la demanda existente en cada momento ya que, habitualmente, las bombas funcionan de de forma continuada durante el ordeño sin atender a la demanda.
El variador permitiría un ahorro anual de 3.200 kWh, lo que representa más del 20% de la energía eléctrica consumida en el ordeño. Además, incrementa la calidad y la producción de la leche al disminuir el ruido y, por lo tanto, la adrenalina generada por las vacas durante el ordeño.
Asimismo, destaca también el consumo de los tractores, que representan el principal gasto energético de las explotaciones. En este sentido, el estudio resalta que la falta de un mantenimiento adecuado puede aumentar el consumo del vehículo hasta un 25%, al tiempo que recomienda una conducción eficiente que atienda la recomendación del fabricante.
Por último, la adopción de medidas de ahorro en iluminación es otro de los campos principales de ahorro incluidos en el documento. El control automático de la iluminación, los detectores de presencia o el empleo de lámparas de bajo consumo son parte de las medidas propuestas que permiten ahorros de unos 200 euros por ejercicio
EFE