Tras la publicación el 3 de julio en el BOE de la orden que revoca el cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) en 2013. Ecologistas en Acción anuncia que va a recurrir y denuncia la falsedad de los motivos que impulsan su prorroga. Asimismo advierte del grave peligro que supone la continuidad en el funcionamiento de esta central, la más antigua y peligrosa del país.
La energía nuclear supone un riesgo inasumible para la población, no contribuye a la independencia energética ni a reducir el precio de la electricidad, ni es necesaria para el funcionamiento del sistema eléctrico, en contra de lo que se afirma en la exposición de motivos de la orden que abre la vía para que Garoña funcione al menos hasta 2019. La central nuclear de Santa María de Garoña, la más antigua, peligrosa y de menor potencia del parque nuclear español, se puede y se debe cerrar inmediatamente, sin poner en peligro el suministro energético español. De hecho, el 15 de junio, con la parada del reactor número 1 de la nuclear de Almaraz, más de la mitad de la potencia nuclear en España estaba fuera de operación, sin que por ello se sufrieran cortes eléctricos, ni se dejara de exportar electricidad, ni subiera el precio de la electricidad. Este hecho demuestra la falsedad de los argumentos que utiliza el Gobierno para prolongar la vida de Garoña.
La central, cuyo reactor es idéntico al número 1 de Fukushima-Daiichi, de agua en ebullición, fue construida con una tecnología hoy en día obsoleta, y tiene más de 40 años de funcionamiento. La única verdadera motivación para la prolongación de su vida es la de garantizar los beneficios económicos de Nuclenor, la empresa propietaria, participada al 50% por Endesa e Iberdrola. La central de Garoña, además, está aquejada por serios problemas de seguridad aún por resolver, y que fueron diagnosticados en 2009, año en el que se le concedieron 4 años de vida adicionales. Entre las actuaciones que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) considera necesarias son la instalación de un sistema de tratamiento de gases de reserva, la independización de los circuitos eléctricos, el aislamiento de la contención, y la protección contra incendios. Pero la central sufre problemas adicionales, como son la corrosión de las barras de control o el cambio del barrilete que contiene el combustible en la vasija del reactor.
Ecologistas en Acción recurrirá la Orden IET/1453/2012 que abre la puerta a la prorroga de la central. Para la organización ecologista es una grave irresponsabilidad por parte del ejecutivo ceder a las presiones y los intereses de Nuclenor, por encima de la seguridad y los intereses de la ciudadanía, a la que debería proteger, y con justificaciones falsas o erróneas.
Francisco Castejón | Ecologístas en Acción