La conferencia del clima de Doha comienza su segunda semana con riesgo de total estancamiento. Los dos principales objetivos de la cumbre, un segundo periodo del Protocolo de Kioto y el plan de trabajo para el nuevo acuerdo internacional en 2015, se ven en entredicho por las negativas de varios países y la presión de la industria. Ecologistas en Acción advierte contra una situación que dispararía el aumento de temperaturas globales.
Las señales que salen de Doha apuntan a un desfase cada vez mayor entre lo que indica la ciencia para no sobrepasar 1,5 grados centígrados de aumento de temperatura y las negociaciones internacionales. Ni siquiera parece que se vayan a alcanzar los desastrosos resultados de la Cumbre de Durban del año pasado, que podrían conducir a aumentos de temperatura superiores a 4 grados.
En la fase ministerial que se celebra esta semana en Doha debería llegarse a los acuerdos necesarios para un segundo periodo de compromiso del Protocolo de Kioto, pero son varios los obstáculos.
La negativa de Polonia, Ucrania y Rusia y otros países industrializados a eliminar el llamado “aire caliente” de ese segundo periodo, pone en riesgo la integridad ambiental del acuerdo. Estos países quieren que los derechos de emisión sobrantes del primer periodo, cerca de 13.000 millones de toneladas de CO2, se puedan emplear en el segundo. Y así perpetuarían la equiparación de reducciones reales con artificios contables y engaños como el mercado de carbono.
Otros países industrializados rechazan por su parte que se establezca un límite temporal para la adopción de enmiendas. Una negativa que pone en riesgo el propio funcionamiento de dicho periodo de compromiso porque su ratificación podría ser retrasada sin fin.
En el proceso del acuerdo a largo plazo la situación no es muy diferente. Allí discuten la creación de un nuevo mecanismo de mercado y un nuevo marco de funcionamiento con diversos enfoques, sin saber muy bien de qué tratan ambos. Catar, el país anfitrión y al tiempo el mayor emisor per cápita del mundo de CO2, y los países exportadores de petróleo (Arabia Saudí, Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos, Omán y Bahrein) presionan para mantener la dependencia mundial del petróleo y bloquean así medidas efectivas para la reducción global de las emisiones.
Por todo ello, Ecologistas en Acción demanda un cambio del modelo energético y la reducción del consumo energético como política más efectiva para frenar la crisis climática. Si queremos tener una probabilidad de 50% de permanecer por debajo de un incremento de 2 grados, tenemos que dejar 2/3 partes de las reservas conocidas de carbón, petróleo y gas bajo tierra. Si continúa la inacción de la mayoría de los Estados reunidos en Doha, estos combustibles fósiles se quemarán y la temperatura global subirá entre 4 y 6 grados durante este siglo.
Pablo Cotarelo | Ecologístas en Acción