Un nuevo estudio de Gaia (1) revela que las incineradoras que están en funcionamiento en algunos estados de la UE suman más capacidad para quemar basura que la cantidad de residuos no reciclables generados. Sin embargo, la industria está presionando para ampliar aún más la capacidad de incineración en Europa.
El caso de la incineradora de Mallorca en España es un ejemplo de la situación. Al construirse con una capacidad mayor a la de los residuos generados en la isla, se han comenzado a importar desechos de Sabadell. Aunque la intención de la empresa, que gestiona la incineradora, y del Consell de Mallorca es importar la basura desde otros países europeos.
En este contexto la búsqueda de nuevos residuos para completar la capacidad de incineración podría poner en riesgo las estrategias de reciclaje de residuos de la UE.
El estudio concluye que:
· Alemania, Suecia, Dinamarca, los Países Bajos y el Reino Unido ya tienen un exceso de capacidad de incineración;
· Como resultado, el transporte internacional de residuos para incinerar se ha incrementado a través de las fronteras nacionales, lo que contradice el principio de proximidad (2) y comporta innecesarias emisiones de CO2,
· A pesar de que ya se quema el 22% de residuos de la UE, la industria planea aumentar la capacidad de incineración europea, socavando los objetivos establecidos en la Hoja de ruta hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos, que aboga por la priorización de la prevención de residuos, la reutilización y el reciclaje (3);
· El aumento del transporte de residuos puede poner en peligro el logro de los objetivos de reciclado, especialmente en aquellos países que actualmente están más lejos de alcanzarlos.
«Si la Comisión Europea quiere mantener su compromiso de limitar la incineración de los residuos no reciclables para el año 2020, la estrategia debería de ser cerrar las incineradoras y no construir otras nuevas. Los objetivos de la Hoja de ruta hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos no se lograrán a menos que la Comisión Europea controle estrechamente la capacidad de incineración en Europa» dice Joan Marc Simon, coordinador de GAIA.
En España «Mallorca tiene el triste honor de acoger la mayor incineradora del sur de Europa. Como resultado, la ciudadanía paga la tasa de residuos más alta de España y sufre los efectos en la salud asociados a la quema de sus residuos y de los demás. La Directiva marco sobre residuos fue la excusa para construir una incineradora que depende de las importaciones de residuos y pone en peligro el reciclaje. En 2011 el 84% de los residuos municipales fue incinerado y sólo el 16% reciclado», apunta Margalida Ramis, coordinador del GOB de Mallorca.
«Si el exceso de capacidad de incineración continúa y/o se amplía será a expensas de los contribuyentes ya que aumentarán las tasas de residuos para compensar la capacidad instalada no utilizada o a costa de reducir la prevención y el reciclado de residuos ya que no habrá residuos suficientes para quemar. La Comisión Europea debe controlar la capacidad de incineración en el mercado europeo para garantizar que no se ponga en peligro la prevención y el reciclaje.
También debe eliminar todos los incentivos económicos y jurídicos que hoy hacen preferible la quema de residuos a reciclarlos» concluye Simon.
GAIA (www.no-burn.org) es una alianza internacional de más de 650 organizaciones de base en más de 90 países que trabajan para detener incineradores y promover alternativas seguras, sostenibles y justas.
Alodia Pérez | Amigos de la Tierra