Las negociaciones del tratado de libre comercio entre EEUU y la UE conocido como TTIP, sus siglas en inglés, continuarán en diciembre después de la interrupción de la segunda ronda la semana pasada. En el Día Mundial de la Alimentación Amigos de la Tierra alerta de la amenaza que este tratado supone para el medio ambiente y la Soberanía Alimentaria. En vez de apoyar la agricultura familiar el tratado fortalece a las grandes empresas agroindustriales que acaparan recursos y comercian con alimentos baratos y de baja calidad. Mientras las explotaciones familiares que producen alimentos sanos, de una manera respetuosa con el medio ambiente preservando la biodiversidad y la fertilidad del suelo, se verán una vez más en riesgo de desaparición.
Los aranceles para el comercio de productos agrarios entre EEUU y UE ya son muy bajos, por lo que el objetivo del tratado de libre comercio es reducir o eliminar completamente las normas y estándares vigentes en la agricultura y la alimentación europea. Por ello el tratado puede acabar con la legislación sobre transgénicos, presencia de hormonas en los productos animales o las restricciones a fitosanitarios, que ha costado tanto a la ciudadanía europea conseguir.
“La agricultura tanto en EEUU como en Europa es predominantemente industrial y dirigida a los mercados, el tratado va a reforzar a las grandes empresas e impedirá que en Europa se avance hacia un modelo más sostenible en el que prime el respeto al medio ambiente y la producción local, sostenible y de pequeña escala” afirmó Blanca Ruibal, responsable de agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra.
El tratado de libre comercio fomentará además un mayor transporte de alimentos. El coste ambiental de las importaciones y exportaciones es muy elevado y el sector agroalimentario industrial ya es uno de los que más contribuye al cambio climático. Actualmente solo el Estado Español importa más de 3 millones de toneladas de alimentos de América del Norte. Además del enorme impacto ambiental de estos viajes, que suponen más de 350.000 toneladas de CO2 por año, el trasiego intercontinental de alimentos pone a los pequeños productores contra las cuerdas al verse obligados a competir en un mercado global donde no tienen cabida la calidad de los alimentos, las prácticas agrarias respetuosas con el medio ambiente o el papel crucial de articulación del territorio que juega el campesinado.
“La alimentación es un derecho que se va a ver mermado una vez más y de forma muy grave, con el tratado trasatlántico de libre comercio. El impacto ambiental del sistema agroalimentario será aún mayor y la ciudadanía verá como se reducen sus opciones de elegir alimentos sanos, producidos localmente y de calidad. Además el fortalecimiento del mercado global de alimentos pondrá aún más contra las cuerdas a los campesinas y campesinos de todo el mundo. Mientras las empresas agroalimentarias se enriquecen, una de cada ocho personas en el mundo pasa hambre, la mayor parte campesinos y campesinas. El problema del hambre no se solucionará mientras se sigan firmando tratados como éste que expolian los recursos del campesinado”, concluyó Ruibal.
Amigos de la Tierra con motivo del día mundial de la Alimentación reclama a la Unión Europea que no regale a EEUU los derechos que la ciudadanía europea ha adquirido democráticamente y que tome decisiones ambiciosas para garantizar que la alimentación sea un derecho y no una mercancía.
Teresa Rodríguez | Amigos de la Tierra