Activistas de Amigos de la Tierra lanzan una foto-acción para fomentar la reutilización y la reparación

En el Día del Consumidor, 15 de marzo, Amigos de la Tierra apela a la ciudadanía para fomentar la “Alargascencia” y plantarle cara a la obsolescencia programada y percibida. Activistas de la asociación comienzan una campaña por redes sociales a través de la cual compartirán fotos, para demostrar que, a pesar de las trabas de la industria, las personas consumidoras pueden darle segundas y más vidas a sus objetos. 

Alargascencia es el término acuñado por la organización ecologista para denominar todas aquellas actividades que hacen frente a la obsolescencia, la conocida técnica de marketing para vender más y más productos poco duraderos, que pone en riesgo los recursos naturales del planeta y que provoca una contaminación continua ocasionada por los múltiples residuos que genera. 

La foto-acción, enmarcada en la campaña “Se Merecen un 10”, quiere llamar la atención sobre la necesidad de reducir el IVA a los servicios de reparación, segunda mano y alquiler, que aportan un valor social y ambiental a la sociedad. Amigos de la Tierra ya ha recogido cerca de 4.000 firmas para apoyar esta propuesta, que se enviará al Ministerio de Hacienda. 

A lo largo de estos días, activistas de la organización se sumarán a la “guerrilla contra la obsolescencia” con actividades en las que informarán sobre la campaña y animarán a la gente a participar en la foto-acción, con el fin de lograr más apoyos a la petición. Estas imágenes se subirán bajo el hashtag #SeMerecenUn10. 

“El objetivo de la petición es fomentar estos servicios a través de un abaratamiento de los mismos, poniendo en valor la ampliación de la vida útil de los productos, y permitiendo a más usuarios acceder a los mismos”, señala Alodia Pérez, responsable de recursos naturales y residuos de Amigos de la Tierra. 

Tanto el directorio de Alargascencia como la petición de #SeMerecenUn10, han tenido muy buena acogida entre los establecimientos dedicados a alargar la vida de las prendas de ropa, aparatos eléctricos y electrónicos, muebles y resto de objetos, así como entre las personas usuarias. Hay que señalar que el mapa de Amigos de la Tierra, en el que se recopilan este tipo de comercios, ya cuenta con más de 1.400 establecimientos. 

Según la asociación ecologista, con el uso de estos servicios, se estará declarando la guerrilla a las artimañas de la industria. Cuanta más gente se convierta en usuaria, más probabilidades habrá de exigir piezas de recambio y más duraderas. Se trata de transformar el sector a través del consumo. Por tanto, cuanta más demanda haya, más obligada se verá la industria a cambiar sus formas de fabricar y vender. 

El modelo de consumo actual necesita cantidades ingentes de recursos para su fabricación. A modo de ejemplo, una camiseta de algodón requiere de 3.900 litros de agua, y tan solo en España se generan 326.000 toneladas de residuos textiles al año; un teléfono móvil necesita 12.760 litros . Estos objetos se diseñan para que su vida útil sea cada vez menor, ya sea por calidad o tendencias.

Luchar contra la obsolescencia es clave para acabar con la cultura de “usar y tirar”; no solo comportará beneficios ambientales, sino que también planteará un ahorro para el bolsillo de la ciudadanía. Los impactos de esta práctica suponen arrasar con bosques para extraer recursos naturales de forma compulsiva, pero, a su vez, ponen en grave riesgo a poblaciones cercanas a las zonas de la extracción y a las zonas del vertido o incineración de residuos, en muchos casos peligrosos por tratarse de materiales y muy contaminantes. 

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Teresa Rodríguez | Amigos de la Tierra