La mercantil Nueva Compañía Arrendataria de las Salinas de Torrevieja S.A. (NCAST) perteneciente a la multinacional francesa “Salins” tiene la concesión del Estado para explotar las lagunas de La Mata y Torrevieja para producir sal. Esas instalaciones debían contar en 2008 con una Autorización Ambiental Integrada, regulada por las leyes 16/2002 y 2/2006 de Prevención y Control Integrado de la Contaminación, dado que ocupa terrenos que pertenecen a espacios naturales integrados en la Red Natura 2000.
La producción de sal provenía tradicionalmente de la salmuera obtenida a partir del agua marina, concentrada mediante evaporación en la superficie de las lagunas de La Mata (aumento de la concentración por evaporación) y Torrevieja (cristalización de la sal). Pero desde hace unos 40 años la principal fuente de sal ya no procede del mar sino de las minas de sal gema en Pinoso, en el diapiro salino del Cabezo de la Sal. La sal gema se disuelve con agua procedente de pozos situados en La Algueña y la salmuera resultante se envía mediante un salmoreducto de 70 km de longitud hasta la Laguna de Torrevieja, donde se mezcla con la salmuera procedente de la salmuera marina de la laguna de La Mata.
En la documentación presentada por NCAST para obtener la preceptiva Autorización Ambiental Integrada se obvia totalmente la existencia de las instalaciones del Pinoso, dejando de lado los impactos de esa explotación en el Cabezo de la Sal (generación de residuos, construcción de caminos en suelo forestal, vertido de fuel, etc) y del salmoreducto. Ese salmoreducto debido a su antigüedad sufre periódicas roturas, contaminando los terrenos agrícolas donde se producen los vertidos salinos.
Ecologistas en Acción junto con la Plataforma Cabezo sin Petróleo ha presentado alegaciones a esa solicitud de AAI pidiendo que se vuelva a tramitar la misma, incluyendo las instalaciones de Pinoso, y que se estudien y valoren todos los impactos ambientales de esas instalaciones.