Amigos de la Tierra Europa publica una nueva investigación donde denuncia que Wilmar es financiada por Bancos europeos y fondos de pensiones [1]. Esta empresa es una de las principales productoras de aceite de palma a nivel internacional y es responsable de la deforestación y el desplazamiento de comunidades en Uganda [2].
Entre los bancos que aportan apoyo financiero a la actividad de Wilmar se encuentran las principales entidades europeas como HSBC, BNP Paribas, Deutsche Bank o Rabobank.
Wilmar Internacional tiene su propio cultivo de palma aceitera y sus plantas refinadoras en Indonesia y Malasia [3]. Según la nueva investigación de Amigos de la Tierra Europa las filiales de Wilmar en la Isla de Kalangal son responsables del acaparamiento de tierras en Uganda y la violación de dos leyes nacionales de carácter ambiental [4].
Con su expansión en Uganda, la empresa aceitera ha llegado a deforestar 3.600 hectáreas en Kalangala, además de desplazar forzosamente a campesinos y campesinas de la zona, así como a sus familias. Estas comunidades se han visto privadas de sus medios de vida sin recibir ninguna indemnización o alternativa, mientras la empresa ha usurpado una gran cantidad de recursos locales necesarios para la producción agraria, la alimentación y la salud de la población.
Anne van Schaik de Amigos de la Tierra Europa afirmó que “los inversores tienen que presionar a Wilmar para que corrija su comportamiento empresarial e o si no, invertir en otro tipo de empresas. Wilmar y sus filiales están deforestando Uganda con dinero europeo”.
La mayoría de inversores y financiadores cuentan con principios de sostenibilidad para orientar el destino de sus aportaciones económicas, hacia empresas que defienden estándares internacionales de sostenibilidad – los principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, directrices de la OCDE y la mesa redonda sobre Aceite de Palma sostenible (RSPO). Sin embargo, según informa Amigos de la Tierra Europa, Wilmar está violando estos criterios y los inversores no están haciendo nada para evitarlo.
Blanca Ruibal, responsable de agricultura y alimentación de Amigos de la Tierra agregó que “aunque las instituciones financieras siguen unos principios de sostenibilidad, no están actuando ante la falta de responsabilidad por parte de Wilmar. Esta situación no es nueva, Wilmar lleva muchos años implicada en conflictos por el derecho a la tierra y en violaciones de derechos medioambientales y, por tanto, sociales. Todos sus inversores y financiadores deberían regirse por los principios que declaran”.
Amigos de la Tierra Europa hace un llamamiento para que los inversores y financiadores de Wilmar presionen a la compañía con el fin de aclarar sus operaciones o directamente dejar de invertir. Los bancos europeos y fondos de pensiones no deberían contribuir a la generación de conflictos por la tierra, poniendo en peligro a las comunidades locales, y fomentando la deforestación o la violación de las leyes nacionales. Wilmar debe poner fin al acaparamiento de tierras inmediatamente y garantizar una indemnización adecuada.
Cualquier proyecto futuro debe respetar la legislación y asegurar que cuenta con el consentimiento libre, previo e informado de las comunidades afectadas.
Más información sobre acaparamiento de tierras en Uganda: http://www.foei.org/factsheet-kalangala
Blanca Ruibal | Amigos de la Tierra