Un grupo multidisciplinar de investigación de la Universidad San Pablo-CEU que tiene abierta una línea de investigación sobre el Análisis de Ciclo de Vida de los materiales, ha desarrollado recientemente un estudio comparativo entre los impactos ambientales que genera el uso de ataúdes convencionales y los que genera un producto creado por ellos, hecho a partir de una pasta de harina de cáscara de almendra molida y resinas naturales, que proponen como alternativa para la fabricación de féretros ecológicos.
Un grupo multidisciplinar de investigación de la Universidad San Pablo-CEU que tiene abierta una línea de investigación sobre el Análisis de Ciclo de Vida de los materiales, ha desarrollado recientemente un estudio comparativo entre los impactos ambientales que genera el uso de ataúdes convencionales y los que genera un producto creado por ellos, hecho a partir de una pasta de harina de cáscara de almendra molida y resinas naturales, que proponen como alternativa para la fabricación de féretros ecológicos.
Según explica Ricardo Díaz Martín, profesor de la Facultad de Farmacia de la USP-CEU y director del proyecto, «este material de invención y patente española se emplea como un sustitutivo ecológico y alternativo al uso que en la actualidad se hace de la madera».
Se realiza a partir de una mezcla de cáscara de almendra molida y una resina, a partir de la cual se forma una pasta más o menos viscosa que se cuela en un molde. Después de un corto tiempo de curado en unas determinadas condiciones de presión y temperatura, la pasta se endurece formando un material sólido y resistente con la forma de dicho molde. Según explica Díaz «El acabado final no se podría diferenciar a simple vista de cualquier tipo de madera noble».
Actualmente, el este producto se comercializa en el sector funerario para la fabricación de féretros ecológicos. Según datos de este estudio previo realizado en Europa se talan más de un millón de árboles para la fabricación de ataúdes por lo tanto, «el uso de este material alternativo en este sector evitaría una tala de árboles nada despreciable; sobre todo si se piensa que su destino final es la inhumación o la incineración» indica Ricardo Díaz.
Por otra parte, los féretros realizados con este material están homologados en la Comunidad de Madrid para la realización de traslados por lo que el empleo del preceptivo cofre interno de zinc puede ser evitado. Con ello se logra reducir el peso del féretro, suprimir los impactos producidos por los lixiviados tóxicos del zinc cuando el féretro es inhumado, y evitar riesgos laborales cuando es necesario retirar el cofre de zinc ante una incineración.
Otra ventaja ecológica que ofrece este material es que emplea residuos en su composición con lo que se logra minimizar los impactos ambientales que su eliminación generaría. Al residuo agrícola inicialmente empleado (cáscara de almendra) se le pueden sumar otros residuos inorgánicos e inertes procedentes de escombreras consiguiendo dar a este material propiedades casi ignífugas y haciéndole útil para su empleo como recubrimientos de interior. De esta forma se podrían conseguir paredes con formas y relieves, techos castellanos y acabados de ebanistería, que en palabras del director de la investigación «también serían más seguros que el empleo de la madera en su comportamiento frente a un incendio».
«En este momento estamos en condiciones de asegurar que esta pasta representa una alternativa ecológica y racional al uso de la madera» afirma el profesor Díaz. Este proyecto cuenta no solo con profesores del área de Ingeniería Química y Ambiental de la Facultad de Farmacia de la USP-CEU; sino también con profesores de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales como Montserrat Cabello (especialista en Calidad) y profesores de la Facultades de Ciencias Jurídicas y de la Administración como Sebastián Utrera (especialista en Legislación Ambiental).
Según explica Ricardo Díaz Martín, profesor de la Facultad de Farmacia de la USP-CEU y director del proyecto, «este material de invención y patente española se emplea como un sustitutivo ecológico y alternativo al uso que en la actualidad se hace de la madera».
Se realiza a partir de una mezcla de cáscara de almendra molida y una resina, a partir de la cual se forma una pasta más o menos viscosa que se cuela en un molde. Después de un corto tiempo de curado en unas determinadas condiciones de presión y temperatura, la pasta se endurece formando un material sólido y resistente con la forma de dicho molde. Según explica Díaz «El acabado final no se podría diferenciar a simple vista de cualquier tipo de madera noble».
Actualmente, el este producto se comercializa en el sector funerario para la fabricación de féretros ecológicos. Según datos de este estudio previo realizado en Europa se talan más de un millón de árboles para la fabricación de ataúdes por lo tanto, «el uso de este material alternativo en este sector evitaría una tala de árboles nada despreciable; sobre todo si se piensa que su destino final es la inhumación o la incineración» indica Ricardo Díaz.
Por otra parte, los féretros realizados con este material están homologados en la Comunidad de Madrid para la realización de traslados por lo que el empleo del preceptivo cofre interno de zinc puede ser evitado. Con ello se logra reducir el peso del féretro, suprimir los impactos producidos por los lixiviados tóxicos del zinc cuando el féretro es inhumado, y evitar riesgos laborales cuando es necesario retirar el cofre de zinc ante una incineración.
Otra ventaja ecológica que ofrece este material es que emplea residuos en su composición con lo que se logra minimizar los impactos ambientales que su eliminación generaría. Al residuo agrícola inicialmente empleado (cáscara de almendra) se le pueden sumar otros residuos inorgánicos e inertes procedentes de escombreras consiguiendo dar a este material propiedades casi ignífugas y haciéndole útil para su empleo como recubrimientos de interior. De esta forma se podrían conseguir paredes con formas y relieves, techos castellanos y acabados de ebanistería, que en palabras del director de la investigación «también serían más seguros que el empleo de la madera en su comportamiento frente a un incendio».
«En este momento estamos en condiciones de asegurar que esta pasta representa una alternativa ecológica y racional al uso de la madera» afirma el profesor Díaz. Este proyecto cuenta no solo con profesores del área de Ingeniería Química y Ambiental de la Facultad de Farmacia de la USP-CEU; sino también con profesores de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales como Montserrat Cabello (especialista en Calidad) y profesores de la Facultades de Ciencias Jurídicas y de la Administración como Sebastián Utrera (especialista en Legislación Ambiental).
Fuente_Portal del Medio Ambiente