Acabamos de entrar en la segunda semana de la COP. Los ministros ya han llegado a la cumbre y ahora tienen la difícil tarea de alcanzar acuerdos sobre cuestiones y textos que los negociadores no lograron acordar, sobre todo en lo que respecta al nuevo objetivo de financiación para el periodo posterior a 2025, el Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado sobre Financiación Climática (NCQG).
WWF insta a las Partes a alcanzar un consenso y a desbloquear la financiación necesaria para impulsar la acción climática mundial, así como a enviar señales políticas firmes sobre la ambición mediante el cumplimiento de las recomendaciones del Balance mundial (Global stocktake), especialmente la eliminación progresiva de todos los combustibles fósiles.
A pesar de la pronta aprobación de dos normas clave del mercado de carbono y de algunas nuevas contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) y objetivos de reducción de emisiones anunciados por algunos países, el Programa de Trabajo de Mitigación se estancó por completo y los debates se han suspendido hasta el año que viene. La falta de una señal clara sobre el resultado de financiación (NCQG) está generando incertidumbre en muchas otras áreas que dependen de ella para avanzar, incluidas las de mitigación y adaptación. Para resolver este problema, se están llevando a cabo consultas a varios niveles. También se esperan señales políticas de la Cumbre del G20 que se celebra esta semana en Brasil.
Manuel Pulgar-Vidal, responsable mundial de Clima y Energía de WWF, subraya: “La cantidad de financiación climática, así como quién la paga y quién la recibe, son fundamentales para desbloquear las negociaciones y garantizar un resultado sólido en la COP29».
«Lo que ocurra en Río en la reunión del G20 afectará a lo que ocurra en Bakú, y las señales políticas firmes de los líderes allí presentes contribuirán en gran medida a desbloquear las negociaciones. Las economías más ricas del mundo tienen en sus manos los hilos de la financiación climática. Si se esfuerzan en los próximos días, existe la esperanza de que podamos ver un resultado que nos acerque al cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París».
Fernanda Carvalho, responsable mundial de política climática y energética de WWF, sostiene: «La situación de las discusiones sobre financiación refleja la magnitud del reto al que nos enfrentamos para garantizar un resultado significativo. Fue frustrante ver que la negociación solo redujo de forma marginal el texto la semana pasada, en lugar de converger en opciones claras y viables. Un resultado sólido en materia de financiación es un requisito previo para conseguir los planes climáticos sólidos y los Planes Climáticos Nacionales (NDC) que queremos en 2025. Necesitamos que todas las Partes presionen para conseguir un objetivo de, al menos, 1 billón de dólares anuales en financiación pública, con fuertes salvaguardas para la transparencia, revisiones periódicas y submetas específicas para la mitigación, la adaptación y las pérdidas y daños. Todo lo que no sea esto puede poner en peligro la acción climática necesaria para mantenerse en la senda de los 1,5 °C».