Desde finales del mes de julio, el Filtro Verde del Tancat de la Milia, en la localidad valenciana de Sollana, acoge varios ejemplares de un total de cuatro especies de aves acuáticas catalogadas como especies en peligro de extinción.
En concreto, se pueden observar en esta zona renaturalizada ejemplares de Cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris), Malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala), Porrón pardo (Aythya nyroca) y Focha moruna (Fulica cristata). Todas ellas se encuadran en la definición del Real Decreto 139/2011, que considera en peligro de extinción toda aquella “especie, subespecie o población de una especie cuya supervivencia es poco probable, si los factores causales de su actual situación siguen actuando”.
El Filtro Verde del Tancat de la Milia, ubicado en la orilla sur de L´Albufera de Valencia, es una pequeña zona de arrozal que ha sido transformada en filtro verde por la Sociedad Estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas, Acuamed, dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. La instalación, ya finalizada, está siendo gestionada por la UTE constructora COMSA-SEDESA y por la Fundación Global Nature desde hace apenas un año, obteniendo resultados ambientales de gran importancia.
El medio natural creado de esta forma ha dado origen a un entorno privilegiado, donde éstas y otras muchas especies faunísticas están encontrando un lugar tranquilo y protegido donde alimentarse, descansar y en muchos casos reproducirse. Por eso, la Fundación Global Nature está combinando en el día a día trabajos de mejora de la calidad de agua, con acciones que potencian que estas aves encuentren en el filtro un hábitat adecuado donde, por lo menos, detenerse a descansar.
El Filtro Verde es una novedosa y avanzada tecnología natural de depuración de aguas residuales tratadas, gracias a la cual se logran excelentes resultados, de forma ecológica y sostenible, mediante la implantación de especies vegetales que se encargan de “limpiar” las aguas.
Se trata de una valiosa iniciativa, en la medida en que, en los últimos 50 años, más del 60% de los humedales – unos ecosistemas con gran diversidad biológica- han desaparecido en nuestro país debido a la presión que han ejercido sobre ellos las actividades agrícolas, constructoras y turísticas. La destrucción de estos espacios ha hecho que las especies más sensibles que en ellos habitaban desaparecieran también.
La nueva creación de este tipo de hábitats, está dando lugar a la reaparición de especies desaparecidas desde hace unos años en el Parque Natural.
Antonio Guillem