El patio central de La Casa Encendida de Madrid se transformó el pasado sábado en un lugar de encuentro para el arte y la naturaleza. Teatro, poesía, danza y música se dieron cita en este emblemático lugar de Madrid.
Jornada matinal de ensueño para los más pequeños
La jornada matinal, conducida por la periodista Esther de Lorenzo, se dedicó al público infantil, donde el club Aventureros de SEO/BirdLife sorprendió con cinco talleres de manualidades a los más pequeños.
Una atmósfera de ensueño envolvió a niños y adultos con el espectáculo teatral “El hombre cigüeña”, representado por Los Titiriteros de Binéfar. Latas, cartones, maderas, chapas…reciclados pusieron vida a los habitantes de una laguna (zorro, tortuga, cigüeña, patos, culebra…) y a los tres niños: Nina, Diadema y Pinocho que amaban el lugar. Una armonía que se quiebra con la fiebre inmobiliaria, que destruye el humedal, dejando al descubierto un “disparate” de rabiosa actualidad: la aniquilación de la naturaleza para un desarrollismo que finalmente conduce al desastre económico, social y ambiental.
Entre tanto, niños y adultos fueron vistiendo de colores “El árbol de los deseos” con un centenar de hojas con anhelos dedicados a la madre Tierra, además de cerca de quinientos deseos más vía “Twitter” por las redes sociales. Esta obra de forja, creada específicamente para este evento por La Escuela de Arte de Toledo, tenía la misión de recoger “para que sean cumplidos” todos los buenos deseos de los asistentes al festival. “Que la naturaleza siga siendo fuente de inspiración para el arte”, fue el deseo que plasmó Cristina González, una de las artífices del árbol. “Que el único engaño que hagamos sea el mimetismo”, pidieron en voz alta Los Titiriteros de Binéfar.
Tarde de música, danza y poesía
La sesión de tarde, amenizada con las intervenciones del humorista Juan Luis Cano (Gomaespuma), comenzó con el espectáculo de danza “Entre flamencos”. Una elegante coreografía realizada por las bailarinas Gema Ruiz e Irene Chavarría, inspirada en estas aves, que fue seguida de otro baile que evocó el poderío y la majestuosidad del águila. “Que nos adaptemos a la naturaleza y no ella a nosotros”, deseó también Gema Ruiz.
Seguidamente, el naturalista y escritor Joaquín Araujo homenajeó el líquido elemento con sus evocadores documentales “Agua ensimismada” y “Agua sentida”, y entre tanto derramó sus versos, aforismos, haikus y su ecopoesía repleta de formas acuáticas y sentimiento desbordante: “miramos con dos gotas de agua” o “somos agua que a veces piensa”, recordó Araújo.
“La Mariposa” fue el tema elegido por Juan Pablo Silvestre (vocalista) para amenizar la tarde con media docena de boleros acompañados de piano, bajo y percusión. Junto al río de sus estrofas revoloteaba la mariposa: la danza de la bailarina que evocaba la delicadeza y vivacidad de una de las criaturas más bellas y sugerentes de la naturaleza.
El ecuador del festival llegó con el hispanista irlandés Ian Gibson, quien habló de “Lorca y los pájaros” en una magistral ponencia que rastreaba la obra del poeta granadino para dar con las claves donde las aves y su poesía se encuentran. “Poeta telúrico en toda regla, surgido de las entrañas de la tierra”, dijo Gibson de Lorca. Sin olvidar referencias ornitológicas en el Romancero Gitano: “cómo canta la zumaya…”, el chotacabras, según Gibson y hasta una treintena de especies de aves referenciadas en su obra. “Si Lorca viera hoy la vega de Granada, con el aeropuerto, las autovías…creo que se moriría de pena, y sería un ecologista militante”, afirmó.
Un torrente musical bañó el auditorio con la interpretaron de “Fuzzy Bird Sonata”, del autor japonés Takashi Yoshimatsu. Diego Ramos (piano) y Juan Florencio Casas (saxofón), pusieron música a sus tres partes: Run bird, Sing bird y Fly bird. Donde “bird” (pájaro) fue un saxo trepidante que corre, canta y vuela en un diálogo musical con un piano evocador de las cadencias y sinfonías de la naturaleza. Una lograda fusión de música europea de concierto, folclore japonés e improvisación jazzística.
Por su parte, Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife, agradeció a los presentes su apoyo y presencia en el acto. Recordó la importancia del agua y la biodiversidad, asuntos claves en los que la organización está involucrada al máximo con programas como “Alas sobre agua”, y en el medio marino los proyectos Fame y el Life Indemares. Ruiz recordó que en “tiempos de crisis” las políticas a favor de la naturaleza son una garantía de futuro y de calidad de vida. Además, subrayó la importancia de que SEO/BirdLife goce de más respaldo social para seguir adelante con su labor.
Asimismo, Asunción Ruiz presentó una primicia para disfrute de la audiencia: el nuevo vídeo promocional del programa para la conservación del águila imperial ibérica “Alzando el vuelo”. Un ejemplo donde arte y ecologismo se alían, ya que ha contado con la colaboración del periodista Toni Garrido, en la locución, y la música del compositor y pianista Ludovico Einaudi.
Los ritmos, sonidos y danzas africanas de Afromandinga Group cerraron el festival. Su música procedente de Gambia, Senegal y Guinea Konacry, inspirada en la selva y las aves, completó una jornada lúdica y comprometida con el agua y la biodiversidad.
Carmen Fernandez | SEO/BridLife