Con el lema “ALTRI NON”, escaladores de Greenpeace han desplegado una pancarta en la balconada del museo de la catedral de Santiago, frente a la sede de la Presidencia de la Xunta (Pazo de Raxoi), para pedir que se descarte el proyecto de construcción de la macrocelulosa que la multinacional Altri quiere llevar a cabo en Palas do Rei (Lugo). La acción ha sido apoyada también desde la plaza de O Obradoiro por activistas de Ecoloxistas en Acción.
Con mensajes como ALTRI DESTRUYE GALICIA, las organizaciones ecologistas denuncian los devastadores efectos que esta enorme fábrica tendría en una zona de elevado valor medioambiental, económico y social y piden que no se destine dinero público para su construcción.
“La Xunta debe entender que Galicia ni necesita ni quiere una nueva celulosa que ponga en peligro nuestra biodiversidad, nuestra agua, nuestros sectores primarios y nuestra cohesión social. Al igual que el museo de la Catedral guarda piezas valiosísimas, el museo natural de A Ulloa también alberga hábitats y especies exclusivas que no tienen precio y una sociedad rural que busca la armonía con el entorno, no malvivir con una industria contaminante de enclave. Poner los intereses económicos privados por encima del bien común no es propio de un gobierno democrático”, ha declarado desde la plaza del Obradoiro Manoel Santos, coordinador de Greenpeace en Galicia.
La acción también ha querido llamar la atención sobre las enormes dimensiones que tiene el proyecto de Altri, que afectaría a una superficie diez veces mayor que la de Ence en Lourizán. La macrofábrica incluye además la construcción de una chimenea de 75 metros de altura, exactamente la misma que tienen las torres de la Catedral, para emitir enormes cantidades de sustancias precursoras de la lluvia ácida como óxidos de azufre y nitrógeno.
El proyecto de la macrocelulosa, que está en estos momentos en fase de estudio ambiental por parte de la Xunta de Galicia, ha recibido un récord de alegaciones en contra, más de 23.000, y está generando una gran ola de movilización social. Más de 20.000 personas acudieron a la primera manifestación contra el proyecto en Palas de Rei (Lugo), zona cero del proyecto, el pasado 26 de mayo y 300 embarcaciones se concentraron en una histórica protesta marítima en la ría de Arousa el 12 de junio. Además, una petición de Greenpeace ya ha superado las 155.000 firmas de oposición al proyecto de Altri.
“Resulta insultante la cantidad de dinero público que Altri está pidiendo para destruir A Ulloa y poner en grave riesgo toda la cuenca del Ulla. No solo están poniendo encima de la mesa un proyecto altamente contaminante y lesivo con nuestro medio ambiente, es que encima quieren que lo paguemos todos y todas. Es absolutamente inaceptable”, ha afirmado desde O Obradoiro Ana Freiría, portavoz de Ecoloxistas en Acción.
Las organizaciones ecologistas y vecinales llaman a toda la ciudadanía a acudir a la próxima movilización (convocada por la plataforma Ulloa Viva y la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa) que rodeará la sede de la Xunta de Galicia (San Caetano) en Santiago de Compostela el próximo domingo 30 de junio a las 12:00 para exigir de forma masiva que se descarte el proyecto.
La enorme oposición social que ha generado el macroproyecto de Altri se centra ahora en tratar de impedir que la Xunta de Galicia dé el visto bueno a una solicitud de captación –y posterior vertido– de agua de la cuenca del Ulla, así como al proceso de evaluación ambiental, que según la conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, se espera para principios de 2025. De igual manera, organizaciones ecologistas y vecinales trabajan desde todos los ámbitos para demostrar que el proyecto no cumple en absoluto con el principio DNSH (Do Non Significant Harm, no causar un daño significativo), condicionante indispensable para que la empresa pueda recibir la enorme cantidad de fondos europeos –hasta 250 millones de euros– a los que parece aspirar.
Altri, un monstruo de celulosa en el corazón de Galicia
La multinacional portuguesa Altri quiere construir una enorme fábrica de celulosa en el corazón de Galicia (Palas de Rei, Lugo) que pone en peligro su naturaleza y a sus habitantes para producir hasta 400.000 toneladas de celulosa soluble y 200.000 de lyocell, además de otros subproductos, como biomasa y yeso.
Altri pretende usar hasta 46 millones de litros de agua diarios del río Ulla, lo cual equivale al consumo de toda la provincia de Lugo y devolverá al río hasta 30 millones de litros de aguas residuales contaminadas cada día a 27 grados centígrados. No solo consumirá una enorme cantidad de agua, tan necesaria en tiempo de sequía, sino que contaminará la que queda, poniendo también en grave peligro el marisqueo en la ría de Arousa.
Se calcula que Altri necesitará hasta 2,4 millones de toneladas de eucalipto al año. Este aumento brutal de la demanda obligará a ocupar aún más terreno gallego de este monocultivo que tanto daño está haciendo a la biodiversidad del norte de la Península, y que aumenta el peligro y virulencia de los incendios en Galicia, como se ve cada año.
Tres espacios de la Red Natura 2000 se verían afectados (ZEC Serra do Careón, ZEC Sistema Fluvial Ulla-Deza y ZEC Sobreirais do Arnego) e incluso el Parque Nacional das Illas Atlánticas de Galicia. Además, la fábrica se construiría sobre un terreno identificado (y aparentemente guardado en un cajón) ya hace más de una década por la propia Xunta de Galicia para ampliar la red Natura 2000.
Altri impactará directamente a muchas especies amenazadas, algunas incluso endémicas y en peligro de extinción, cuyas poblaciones son únicas en el mundo. En el ámbito del proyecto hay registradas más de 140 especies de aves, de las cuales cuatro están incluídas en el Catálogo Galego de Especies Amenazadas y seis en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
Marta San Román