Otro año más vuelve el día de San Valentín, una de las fechas consumistas más señaladas del año. Así nos lo hace saber la publicidad de los días anteriores, en la que se nos muestran, más o menos sutilmente, los regalos de distintos productos como forma obligada de demostrar unos sentimientos. Ecologistas en Acción quiere poner de manifiesto que esta mercantilización de los sentimientos se engloba dentro de un modelo de sociedad en el que cada vez son menos los aspectos o mercancías no susceptibles de ser comprados y vendidos.
Ecologistas en Acción viene señalando la insostenibilidad de esta sociedad consumista y quiere denunciar el grave rastro de degradación social y ambiental de los hábitos promovidos en fechas como éstas. Sin ir más lejos las flores, regalo típico, en muchos casos proceden de países como Colombia y Ecuador, donde son cultivadas por mujeres en condiciones laborales precarias, que trabajan expuestas a la toxicidad de los productos fitosanitarios (1).
A este fomento del consumismo y de la mercantilización de las relaciones humanas contribuye decisivamente la publicidad, cada vez más especializada en la comunicación emocional, en asociar a la marca una serie de valores y un estilo de vida con los que se verá identificado el consumidor o consumidora. En este sentido, la publicidad no sólo contribuye a vender más productos, sino que promueve estilos de vida profundamente insostenibles social y ambientalmente, basados en el despilfarro y el derroche, y trata de situar al consumo y la acumulación de bienes en la cima de la escala de valores y en el objeto de nuestras aspiraciones.
Además, no se puede olvidar el contexto de crisis en el que nos encontramos y los continuos mensajes que recibimos, desde distintos ámbitos, de que el consumo nos ayudará a superarla. Ecologistas en Acción lamenta esta insistencia y duda de que la receta mágica vaya a ser más de lo mismo, ya que ha quedado claro que este modelo de consumo, irracional e insostenible, incrementa día a día el escenario de crisis ambiental y social.
Además, queremos recordar que en esta sociedad tan materialista son reconocibles muchos los signos de hastío, insatisfacción e infelicidad: trastornos alimenticios por no poder cumplir los cánones de belleza, depresiones, aislamiento, soledad, etc. Por ello, Ecologistas en Acción propone dedicar el día de San Valentín a reflexionar sobre las maneras de satisfacer las verdaderas necesidades y carencias de las personas que queremos, sustituyendo los clásicos regalos por tiempo para compartir, diálogo, cuidados, comprensión, cariño…
Charo Morán | www.ecologistasenaccion.org