Con motivo del Día Mundial de los humedales, que se celebra cada 2 de febrero, resaltamos la importancia de estos ecosistemas ante la crisis climática actual y la necesidad de frenar el deterioro que sufren.
Los humedales son uno los ecosistemas más productivos y diversos del planeta pero al mismo tiempo se da la paradoja que son los más amenazados, especialmente los humedales mediterráneos por ser los menos reconocidos y aceptados por la mayor parte de la sociedad. Existe una amplia bibliografía que enumera y detalla la gran diversidad de servicios ecosistémicos que nos proporcionan los humedales, muchos de ellos esenciales para la vida. Estos servicios van desde el abastecimiento de agua y recarga de acuíferos a la regulación climática, la mitigación del cambio climático, el control y protección frente a inundaciones, depuración de aguas, reserva de material genético, biodiversidad, provisión de alimentos, fibras, valores culturales, paisajísticos y espirituales, entre otros muchos. La pérdida de la integridad ecológica de los humedales compromete seriamente a medio y largo plazo el suministro de los servicios ambientales que estos ecosistemas prestan a la sociedad
El término municipal de Pinoso alberga un humedal interior denominado El Prado – Rodriguillo, que, desde tiempos pasados, ha sido drenado continuamente con el objeto de eliminar los encharcamientos y así cultivar las tierras mediante una red atomizada de infraestructuras hidráulicas tradicionales.. El proceso de abandono y degradación que ha venido sufriendo el sistema agrario desde los años 60, permitió que se recuperasen los niveles freáticos generando la aparición de láminas de agua superficiales y áreas inundadas. La rehabilitación de la funcionalidad de sus infraestructuras hidráulicas mediante la recirculación del agua y creación ambientes acuáticos diversos, contribuye significativamente a un incremento y mantenimiento de la biodiversidad donde muchas de las especies acuáticas como el fartet (pez endémico en peligro de extinción), anfibios o invertebrados como las libélulas, indicadoras de calidad ambiental, son vitales al constituir en muchos casos sus únicos reductos de subsistencia.
J. Carlos Monzo | Técnico de Medio Ambiente Pinoso