A lo largo de 2011 el 94% de la población respiró aire contaminado, de acuerdo a los índices de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así se desprende de los datos recogidos en todo el Estado español y analizados por Ecologistas en Acción en su informe anual. La situación es grave, pero se mantiene estable por efecto de la crisis. El tráfico en las zonas metropolitanas sigue siendo el principal agente contaminador del aire y las administraciones públicas continúan sin tomar medidas urgentes para afrontar este grave problema de salud pública.
El estudio analiza la calidad del aire que respira la práctica totalidad de la población española (47,02 millones de personas en enero de 2011). Los datos utilizados provienen de las redes de medición de contaminación autonómicas y han sido facilitados por las administraciones correspondientes. Se trata del estudio más exhaustivo, más actualizado y que más datos analiza a nivel estatal.
– Los contaminantes que provocan más problemas de salud son las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), el ozono troposférico (O3), el dióxido de azufre (SO2) y el dióxido de nitrógeno (NO2). Para la valoración del porcentaje de población que respira aire contaminado se han tenido en cuenta todos estos contaminantes.
– El informe sigue en sus cálculos, como en años anteriores, los valores recomendados por la OMS. Una metodología de análisis que ha adoptado la Agencia Europa de Medio Ambiente en su reciente informe de calidad del aire en Europa y que avala la metodología empleada por Ecologistas en Acción.
– Así pues, el informe concluye que la población que respira aire malsano se incrementa hasta los 44,3 millones de personas. Es decir, un 94% de la población.
– De acuerdo a los valores límite establecidos por la Directiva 2008/50/CE, que también se contempla en el informe, la población que respira aire contaminado por encima de los valores legales es de 10,4 millones de personas, un 22% del total.
– La principal fuente de contaminación en áreas urbanas (donde vive la mayor parte de la población) es el tráfico rodado.
– Siguiendo la tendencia iniciada en 2007, se registra una pequeña reducción de los niveles anuales de contaminación respecto a aquel año. Una bajada que no es el resultado de medidas planificadas, sino de razones coyunturales. La crisis ha provocado la reducción de la movilidad originada por la crisis (el consumo de combustibles de automoción en 2011 fue un 14,8% inferior al de 2007), la disminución de la actividad industrial y la evolución del parque automovilístico hacia vehículos más pequeños y eficientes y, por tanto, menos contaminadores.
Ecologistas en Acción quiere destacar que la contaminación del aire es un asunto muy grave: estudios de la Comisión Europea cifran en 19.940 los fallecimientos prematuros al año en el Estado español por esta causa [2]. La Comisión Europea inició, en enero de 2009, un procedimiento de infracción contra España por el incumplimiento de la normativa sobre calidad del aire que está a punto de llegar al Tribunal de Justicia Europeo. A pesar de ello, las administraciones no están tomando las medidas necesarias para solucionarlo.
– La información a la ciudadanía no es ni adecuada ni ajustada a la gravedad del problema.
– Los Planes de Mejora de la Calidad del Aire y los Planes de Acción para reducir esta contaminación, obligatorios según la legislación vigente, en muchos casos no existen, y en otros apenas si tienen efectividad por falta de voluntad política. Estos planes son responsabilidad de las Comunidades Autónomas y de los Ayuntamientos.
– El anterior Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino aprobó in extremis un Plan Nacional de Mejora de la Calidad del Aire que no se ha puesto en marcha. El actual Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha anunciado una modificación del plan y de la Ley de Calidad del Aire para hacerlos “más realistas”. Un anuncio que no invita al optimismo.
Ecologistas en Acción recuerda que las principales vías de actuación para reducir la contaminación del aire pasan por la disminución del tráfico motorizado, la reducción de la necesidad de movilidad y la potenciación del transporte público (en especial el eléctrico). Es necesario además dar facilidades a los medios no motorizados en las ciudades. Para mejorar el aire de las zonas industriales la mejor estrategia es la adopción generalizada de las mejores tecnologías industriales disponibles y la reducción drástica de la generación eléctrica por centrales térmicas, y en particular de las que utilizan carbón.
Anxela Iglesias | Ecologístas en Acción