El Colegio Centro Cultural Palomeras se ha convertido en el primer colegio de España en liderar la transición hacia la sostenibilidad energética mediante financiación privada, gracias al proyecto AURORA, partner oficial de Pacto Climático Europeo. Esta iniciativa, en colaboración con la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), busca transformar la infraestructura energética del colegio a través de la instalación de paneles fotovoltaicos y sistemas de aerotermia.
El proyecto AURORA, financiado por la Unión Europea, es un hito en la integración de la participación ciudadana en proyectos educativos y ambientales. La idea es instalar estos sistemas para contribuir a la transición energética, requiriendo 150.000 euros que no serán aportados por bancos, sino por particulares comprometidos con el proyecto: ciudadanos y estudiantes, que pueden participar desde 100 euros, o 20 euros si son estudiantes de la UPM, con la promesa de un retorno del 1,5% anual durante 15 años, financiado por los ahorros en la factura eléctrica del colegio.
Además de producir la energía que el propio colegio consumirá, las nuevas instalaciones permitirán a la comunidad educativa «adaptarse al frío o al calor gracias al sistema de aerotermia», relata Chechu Rincón, presidente de la cooperativa gestora del centro. Tras superar un largo camino de burocracia, el colegio, fundado en 1969 y ubicado en el barrio vallecano de Palomeras, ve posible hacer realidad esta propuesta, especialmente al evitar la financiación bancaria, que era inasequible para ellos.
Ana Belén Cristóbal, investigadora y profesora del Instituto de Energía Solar de la UPM, enfatiza la relevancia del proyecto: «Aurora es un ejemplo de cómo podemos pasar de las palabras a los hechos en la lucha contra el cambio climático. Involucrar a los niños en experiencias prácticas de sostenibilidad es la mejor manera de educar para el futuro». Cristóbal estima que, si se alcanzan los 150.000 euros, el colegio ahorrará 120.000 euros en 25 años, una vez devueltos los préstamos e intereses. «Con ese dinero podrán afrontar el cambio de ventanas, por ejemplo, algo imposible si fuera a través de las cuotas que pagan los padres en este colegio concertado», añade.
Cristóbal también hace un llamado a la Administración pública para que apoye más proyectos como este: «La idea puede sonar muy bonita, pero lleva mucho trabajo detrás. Debería haber técnicos a disposición de la ciudadanía que orienten a aquellos interesados en reproducir este sistema de financiación, pero también de lucha contra el cambio climático», defiende. Si todo sale bien, Aurora se convertirá en un nuevo marcador a nivel europeo. «Ya hemos aparecido en el portal de las Naciones Unidas como un ejemplo de lo que ellos llaman ciencia ciudadana contra el cambio climático. Ojalá se replique en muchos otros lugares», concluye.
Un llamado a la acción ciudadana
Aurora Blanco, coordinadora de comunidad en Ecooo, subraya la importancia de la participación ciudadana: «Queremos movilizar a la ciudadanía para que sea parte activa en la transición energética, especialmente en una comunidad tan unida como Vallecas«. Este proyecto no solo busca transformar el colegio, sino también inspirar a otras comunidades a seguir este camino de sostenibilidad.
El proyecto AURORA es una muestra del poder de la colaboración entre el sector educativo, las cooperativas de energía ciudadana y la iniciativa privada para impulsar un cambio significativo en la lucha contra el cambio climático.
El propio colegio ha habilitado información acerca del proyecto y de cómo participar en la financiación en su web.