· La cumbre de Bonn se cierra en falso posponiendo el debate sobre la financiación y la transferencia de tecnologías y capacidades para hacer frente a las consecuencias del cambio climático a próximas reuniones.
· Ecologistas en Acción demanda que se cumplan las promesas expresadas en los plenarios finales de la cumbre, de manera que en la COP24 se concluya el Diálogo de Talanoa.
El retraso del fin de la cumbre de Bonn es una muestra patente de cómo el consenso de estas reuniones climáticas no tiene unos pilares sólidos. La falta de voluntad de los negociadores de abordar el conflicto está provocando una temeraria dilatación del proceso de puesta en marcha del Acuerdo de París. Este bloqueo era previsible tras varias de las intervenciones en los plenarios del grupo de trabajo sobre el Acuerdo de París (APA por su siglas en inglés) de la delegación surafricana en nombre del G77 y China sobre su disconformidad con el artículo 9.5, que define la comunicacion de la provision de fondos para la lucha contra el cambio climático. Ante las quejas de este grupo de países, las presidentas del APA rehuyeron el conflicto afirmando que el documento que se aprobaría no era un borrador que seguiría en discusión durante los próximos encuentros.
Para Ecologistas en Acción es precisamente esa falta de valentía a la hora de abordar medidas concretas la que puede poner en riesgo el llamado Diálogo de Talanoa. Un proceso clave para que los nuevos compromisos climáticos se ajusten a las indicaciones de la comunidad científica en 2020. En esta ocasión, el conflicto recae nuevamente en la necesidad de incrementar los esfuerzos sobre la financiación y la transferencia de capacidades y tecnologías hacia los países más vulnerables. Muchos de estos Estados requieren de una financiación adecuada y estable para cumplir con sus propios acuerdos. Sin embargo, transcurridos siete de los 10 años previstos para alcanzar la financiación acordada para la adaptación al cambio climático los fondos no han alcanzado la cuantía esperada.
Existe un claro consenso por parte de las delegaciones climáticas sobre la necesidad de acelerar enormemente el proceso de negociación. Sin embargo, en los plenarios finales han mostrado la falta de acuerdo en temas fundamentales de la lucha climática. Prueba de ello son las posiciones encontradas de Alemania y de Turquía sobre el Fondo Verde para el Clima. Alemania señalaba sus esfuerzos en encontrar un consenso en las distintas reuniones que ha mantenido durante estas dos semanas. A su vez, Turquía respondía que la primera cumbre dirigida por un país insular y vulnerable había dejado sin dar respuesta una vez más a las necesidades de adaptación y de mecanismos para afrontar las pérdidas y los daños. El delegado turco mostraba además la situación injusta en la que se encuentran muchos países al contribuir proporcionalmente más que los Estados más contaminantes. En este sentido Ecologistas en Acción ya señaló como los compromisos climáticos de los países más ricos apenas cubren una quinta parte de sus contribuciones justas, por lo que las demandas de los países más vulnerables deberían ser mejor consideradas.
La solución final al conflicto vuelve a ser el postergamiento de la discusión a futuros encuentros. Ante un problema tan grave, complejo y urgente esta forma de trabajo no parece la más oportuna. Ecologistas en Acción advierte de que cada año perdido en la lucha climática supone agravar los fenómenos meteorológicos extremos, como los huracanes, la sequía o las lluvias torrenciales.
Javier Andaluz