El proceso de reciclaje de los residuos sólidos que se realiza en la planta de Valdemingómez genera 323.000 megavatios/hora/año de electricidad, lo que equivale al 2,3 por ciento del consumo total de la ciudad y permite alumbrar toda la capital y dar corriente a los semáforos durante todo un año.
La delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, ha asistido a la tercera edición de la Conferencia Internacional sobre Obtención de Energía a partir de Residuos y Biomasa, organizada por el Instituto para la Sostenibilidad de los Residuos, donde ha destacado Madrid como un ejemplo de «ciudad profundamente comprometida con la gestión sostenible de los residuos y en especial con su aprovechamiento energético».
Y es que actualmente Madrid produce el 5,2 por ciento del total de la energía eléctrica que consume. En este sentido, el Consistorio desempeña «un importante papel, ya que la energía obtenida a partir de los lodos de depuración de las aguas y del tratamiento de residuos representa el 2,6 por ciento del consumo de energía eléctrica de la ciudad», según la edil.
«Gracias a ello, Madrid es la mayor productora de energía renovable procedente de residuos de España y la principal ciudad productora de energía limpia de toda la región», ha destacado a renglón seguido.
Y es que es en las urbes, donde habita más de la mitad de la población del planeta, donde la escasez de materias primas y de recursos energéticos obligan a una gran dependencia energética del exterior, por lo que el desarrollo de técnicas y fuentes de energía renovables propias se convierte en imprescindible.
Bajo este marco, expertos y agentes en residuos y biomasa se han dado cita en esta conferencia con un pretexto: analizar y debatir la aportación de la energía procedente de fuentes alternativas al modelo energético a medio y largo plazo, clave para el desarrollo sostenible en las sociedades.
«La energía procedente de biomasa y residuos representa un gran potencial que aún no ha sido suficientemente puesto en valor», ha añadido Botella, subrayando que, de hecho, el borrador del nuevo Plan de Acción Nacional de Energías Renovables 2010-2020 (PANER) fija como objetivo duplicar la energía procedente de biomasa y residuos en cinco años, pasando del 5,37 al 10,46 por ciento sobre la producción total de energía renovable en España en 2015.
UN PACTO MUNDIAL
Entre los compromisos internacionales hay un reto que figura en los primeros puestos y es el avance hacia un modelo energético más respetuoso con el medio ambiente, bajo en carbono y menos dependiente de los combustibles fósiles.
Estos retos globales se plasman en iniciativas como la estrategia energética de la Unión Europea para el año 2020, que incluye una reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) del 20 por ciento, una reducción del consumo de energía del 20 por ciento y un incremento del 20 por ciento de la producción de energía de origen renovable.
Además, la Directiva Europea 2009/28 y los Planes de Acción Nacional en materia de Energías Renovables son textos que contribuyen al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables.
Fuente_Ecoticias