Los automóviles diésel podrán producir más del doble de las emisiones contaminantes permitidas hasta el momento, gracias a un acuerdo alcanzado el miércoles en Bruselas por los representantes de los Gobiernos europeos. El acuerdo llega en el medio del escándalo de Volkswagen por trucar con un software las emisiones reales de óxidos de nitrógeno (NOx) de sus coches. La organización ecologista Greenpeace considera esta decisión inaceptable por sus repercusiones en la salud de las personas y en el medio ambiente.
Los límites existentes de la UE estipulan que los coches no deberían emitir más de 80 miligramos de NOx por kilómetro recorrido. El acuerdo alcanzado ayer significa que, bajo la nuevas reglas que entrarán en vigor a partir de 2017, los coches podrán emitir hasta 168 mg/km hasta 2019 (más del doble del límite legal actual), y 120 mg desde 2020 (un 50% más del límite actual). Todo esto gracias a lo que se denomina “factores de la conformidad” que no es más que un salvoconducto para la industria automovilística.
“Con este acuerdo, los gobernantes europeos están recompensando a quienes incumplen la ley. ¿No han visto lo que ha pasado estas últimas semanas? El escándalo de Volkswagen ha dejado muy claro que doblegarse a las presiones de la industria automotriz solo lleva a perjudicar la salud de las personas y a dañar al medioambiente. Tambíen está perjudicando la competitividad europea. Y aún así, los políticos continúan escuchando a los lobistas de la industria, que son los responsables directos por los ataques al corazón, asma y daños irreversibles al medioambiente sufridos por el exceso de emisiones de NOx. Esta decisión es simplemente indignante”, ha declarado Jiri Jerabek, asesor de política energética de Greenpeace en la UE.
Marina Bevacqua y Conrado García | Greenpeace España