Esta nueva ley ecológica entrará en vigor en enero de 2021 en la ciudad de francesa Rennes, en el noroeste del país.
“No se puede calentar al máximo una terraza en pleno invierno por el simple placer de beberse un café estando calentito”, ha denunciado la ministra de Transición Ecológica, Barbara Pompili.
Que anuncia una de las medidas de más impacto popular, la prohibición de las estufas en terrazas de bares y restaurantes, una imagen habitual en casi todo el país. También será obligatorio “cerrar las puertas de todos los edificios abiertos al público climatizados o con calefacción”.
Ese es el problema de Rennes, y más con el calentamiento climático del planeta.
Los negocios temen fuertes pérdidas porque algunos restauradores han invertido mucho dinero en hacer las terrazas.
Rennes será la primera ciudad francesa con más de 200.000 habitantes en prohibir la estufa y afectara a 500 establecimientos. La decisión es aceptada con filosofía o conformidad por muchos de los clientes, mientras que entre los restauradores la opinión está más dividida. Pero algunos también ven que será un ahorro en gas o electricidad.
La consultoría ecológica Carbone4 calculó que ocho horas al día emitiendo co2 era lo mismo que un trayecto en coche de 350 kilómetros.
Tras Rennes, otras grandes ciudades de Francia están estudiando la medida: Grenoble, Burdeos y Angers podrían ser las siguientes en ponerla en marcha.
Carla Pérez| EcoActiva