Activistas de Greenpeace han llevado a la Puerta del Sol de Madrid una treintena de “bidones de residuos nucleares radiactivos” para representar el peligro que podría suponer el transporte de residuos nucleares hasta el Almacén Temporal Centralizado de Residuos Radiactivos (ATC) de Villar de Cañas (Cuenca), en caso de que este finalmente se lleve a cabo. Los activistas, ataviados con monos y máscaras han portado pancartas con el lema: “¡Peligro! Ruta nuclear en 216 municipios” y “No al cementerio nuclear”. Con esta acción, la organización ecologista quiere pedir al Gobierno una moratoria a este innecesario y caro proyecto.
La organización ecologista recuerda que el proyecto está teniendo muchas irregularidades. En la actualidad el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ya ha tramitado su informe para la autorización previa para el emplazamiento sin atender el dictamen de sus técnicos y ha iniciado la licitación de la obra civil sin tener aún todos los preceptivos informes previos.
Greenpeace presentó el pasado martes el documento El viaje de los residuos nucleares al ATC. Un riesgo innecesario para 216 municipios, junto con la web de esta iniciativa, en la que a través de un mapa interactivo se reproducen las siete rutas para el transporte de residuos que ha designado la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) en su proyecto del cementerio nuclear, así como los puntos negros de las carreteras por los que pasarán. Además se puede contactar con los ayuntamientos de los municipios afectados para promover el apoyo de la moratoria.
Entre los motivos que la organización expone para pedir la paralización del ATC de Villar de Cañas se encuentran los riesgos que implica el transporte de los residuos y el elevado coste económico del proyecto frente al coste de instalar una almacén individualizado en cada central, entre otros.
Fuente: Greenpeace