Una decena de activistas de Greenpeace han desplegado una pancarta de 250 metros cuadrados en el puente La Salve de Bilbao con el lema «Los océanos importan» para pedir la protección de los mares y el fin de la pesca destructiva. Coincidiendo con el Día Mundial de los Océanos, Greenpeace quiere advertir que en los mares se encuentran algunos de los ecosistemas más vulnerables del planeta y que es necesario mejorar su protección, por ejemplo, a través de la creación de Reservas Marinas y una gestión pesquera que favorezca la pesca sostenible.
Greenpeace considera que la pesca abusiva es uno de los principales problemas que sufren los océanos y advierte que en su mayor parte ya están están sobreexplotados. Naciones Unidas ha alertado del agotamiento de las reservas pesqueras (1) y señala la sobrecapacidad como factor crítico de la sobrepesca. La Comisión Europea cifra la reducción de las poblaciones sobreexplotadas de peces en aguas Europeas en un 48% de las poblaciones evaluadas en el Atlántico y los del Mediterráneo en un 80% (2). El descenso de las poblaciones de peces, es debido a la sobrecapacidad pesquera, a la escasa protección del medio marino y a la destrucción de los hábitats marinos.
La organización ecologista señala además que la contaminación costera por falta de depuradoras y los constantes vertidos de hidrocarburos, como los recientemente vividos en aguas Canarias con el arrastrero ruso Oleg, están teniendo un importante impacto en los ecosistemas marinos. A esto se suman los vertidos de productos tóxicos procedentes de la agricultura que tienen un gran impacto las especies marinas.
«A pesar de que España es país con una costa de gran tamaño y que cuenta con una importante flota pesquera a nivel mundial, no se están tomando las medidas necesarias para proteger los océanos ni a quienes viven de ellos» ha declarado Celia Ojeda, responsable de Océanos de Greenpeace.
En Euskadi la pesca de bajura representa el 79% de la flota, frente al 20% restante donde se incluyen los grandes atuneros. El sector artesanal emplea a unas 1.208 personas a bordo y las principales especies que capturan son la anchoa, el atún, el bonito, y la merluza, sin embargo. Euskadi aparece en la octava posición de la primera radiografía social del medio ambiente de Greenpeace, a pesar de contar con una larga tradición de pesca artesanal con asociaciones que trabajan por la protección de las actividades pesqueras y de la biodiversidad marina en las primeras 12 millas del mar.
Sin embargo, cuenta con una importante flota de grandes atuneros que emplean métodos de pesca no sostenibles y que sigue incorporando nuevos barcos a pesar de que esta pesquería está al límite de sus capturas. Los «Monster Boats» de empresas vascas como los atuneros gigantes el Albacora Uno, y el Txori Argi han sido denunciados por realizar pesca ilegal, a pesar de la cual reciben numerosas subvenciones. El buque atunero Albatun Tres recibió casi cinco millones de euros de dinero público en 2002.
Galicia, Canarias, Baleares, Asturias y Murcia, son las comunidades que lideran en calidad ambiental en materia de pesca. En Galicia existe una importante flota industrial y destructiva, pero el sector artesanal y el marisqueo tienen una importante labor y representación. En Comunidades como Asturias este índice es alto porque hay una reseñable flota de bajura y apenas flota de altura. Las puertas giratorias políticas o por intereses en pesca hacen que se faciliten el acceso a las cuotas y los acuerdos pesqueros en terceros países.
«En el Día Mundial de los Océanos Greenpeace demanda que el Gobierno vasco se implique más para lograr un modelo pesquero sostenible que fomente la pesca artesanal y la protección de los océanos a través de la creación de Reservas Marinas», ha concluido Ojeda.
Celia Ojeda | Greenpeace