Siemens está ignorando un millón firmas de todo el mundo, que solicitan su desvinculación de la construcción de una megapresa en el corazón de la selva. El proyecto causaría la pérdida de una biodiversidad única y el desplazamiento de la tribu indígena Mundurukú del territorio que lleva protegiendo milenariamente.
Greenpeace se ha presentado en las sedes de Siemens de 21 países, España incluido, para informar y demandar la no participación de esta empresa en el proyecto de construcción de la megapresa de São Luiz do Tapajós en el corazón de la Amazonia brasileña. El proyecto destruiría la singular biodiversidad que puede encontrarse en ese territorio de la selva brasileña y dañaría gravemente la forma de vida de pueblos indígenas.
Estas acciones se suman a las constantes peticiones en las redes sociales a Siemens y a las más de un millón de firmas recogidas por Greenpeace para evitar que este proyecto siga adelante. La organización ecologista ha lanzado además un vídeo en formato de postal, que muestra las acciones que se han hecho en algunas sedes de Siemens y pide a la gente que se una a su campaña.
El motivo de estas solicitudes a Siemens es que esta empresa es una una de las pocas compañías del mundo con capacidad de fabricar grandes turbinas, la tecnología necesaria para construir megapresas como las que amenazan la cuenca del río Tapajos, en la que podría llegar a estar involucrada. Anteriormente, Siemens ha estado implicada en la presa de Belo Monte, en el río Xingú, un desastre ambiental y social que ha recibido las críticas del Grupo de Trabajo sobre Empresas y Derechos Humanos de Naciones Unidas.
«Siemens no puede seguir diciendo que está dialogando con Greenpeace. Necesitamos que esta gran empresa que presume de responsabilidad social y ambiental y dice trabajar por la sostenibilidad se posicione claramente en contra del proyecto hidroeléctrico que destruiría el corazón de la Amazonia, el río Tapajós», ha declarado Miguel Ángel Soto, portavoz de Greenpeace España.
El negocio de la construcción de presas como la de São Luiz do Tapajós es un sabroso pastel que atrae el interés de un buen número de empresas brasileñas y extranjeras del sector de la energía, ingeniería, aseguradoras, entidades financieras, etc. Empresas como General Electric, Voith Hydro, Siemens y Andritz podrían participar en este proyecto, pero también empresas españolas como Iberdrola (a través de su socio brasileño Neoenergía) y la aseguradora Mapfre (con su socio Banco do Brasil).
Sólo algunas de estas grandes empresas ha anunciado públicamente sus intenciones de distanciarse y no participar en este proyecto, como las empresas energéticas Enel y Engie.
Yolanda – Ecoactiva
Fuente: Greenpeace