El Institut de Recerca en Energia de Catalunya (IREC), impulsor del proyecto, ve inviable la construcción de este parque eólico marino experimental, que debía comenzar en 2013. La congelación de las primas para la energía eólica, que ni siquiera contempla excepciones para proyectos de carácter experimental, conlleva que el proyecto pase a ser económicamente inviable, pese al apoyo de la Generalitat de Catalunya.
SEO/BirdLife considera que proyectos experimentales como éste son necesarios para el desarrollo ordenado de las energías renovables, pero al mismo tiempo considera que Zefir ha sido un proyecto mal planteado desde el principio. El problema radica en su emplazamiento, en aguas del Delta del Ebro, ya que coincide con una de las zonas más importantes para las aves marinas en todo el Mediterráneo occidental, identificada como Área Importante para las Aves (IBA) y en trámites para ser designada Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), lo que la incluiría dentro de la Red Natura 2000. El impacto de los aerogeneradores sobre esta rica comunidad de aves es potencialmente muy elevado (por colisiones y pérdida de hábitat), y podría tener consecuencias graves sobre especies amenazadas como la pardela balear, la gaviota de Audouin y la gaviota cabecinegra todas ellas con poblaciones excepcionalmente importantes en la zona.
Tras reunirse con los impulsores del proyecto e intentar sin éxito que se cambiara su emplazamiento, SEO/BirdLife ha luchado por impedir que Zefir llegara a buen puerto en las condiciones en que se planteó. Entre otras acciones, SEO/BirdLife contactó con el Banco de Inversiones Europeo, que pretendía financiar este proyecto, con el objetivo de informarles sobre los riesgos e impactos para la avifauna que este parque eólico marino puede ocasionar. El último paso de SEO/BirdLife para reconducir el proyecto y forzar un cambio de emplazamiento, fue la promoción de una resolución de condena en el Congreso Mundial de Conservación de la UICN que se celebró en Jeju (Corea del Sur) en septiembre de 2012 y que fue aprobada por mayoría.
Los aerogeneradores “offshore”, verdadero objetivo del proyecto
El proyecto Zefir se había planteado en dos fases. La primera, que estaba prevista para 2013, contemplaba la instalación de cuatro arogeneradores anclados al fondo marino, a unos 3,5 km y 40 m de profundidad frente a la Ametlla de Mar (Tarragona). En una segunda fase, la verdaderamente innovadora, se instalarían otros 8 aerogeneradores flotantes, a unos 30 km de la costa y sobre un fondo de 100 m. Si bien ambas fases planteaban serios riesgos para la avifauna en la zona propuesta para su emplazamiento, el verdadero peligro siempre se ha centrado en los aerogeneradores más costeros.
Un estudio de impacto ambiental insuficiente
SEO/BirdLife considera que no se ha tenido en cuenta el grave impacto potencial que el proyecto tendría para las aves marinas, algunas de ellas en “peligro de extinción”, pese a tratarse de un proyecto experimental donde este tipo de consideraciones deberían primar sobre el rendimiento económico. Así, aunque el estudio de impacto ambiental identificaba a las aves como el principal problema medioambiental del proyecto, la documentación al respecto era muy superficial, y las medidas de seguimiento (previas y posteriores a la construcción de los aerogeneradores) y de prevención de colisiones eran insuficientes.
La necesidad de un modelo energético ordenado y sostenible
Más allá del caso particular de Zefir, SEO/BirdLife lamenta la pérdida de incentivos para el desarrollo de las energías renovables, pese a la urgente necesidad de cambiar el modelo energético actual. El cambio climático y el agotamiento de los combustibles fósiles hacen necesario replantear dicho modelo, inviable a medio y largo plazo. Para esta ONG el futuro pasa por las energías renovables, aunque su desarrollo debe ser ordenado y minimizando los impactos sobre el medio ambiente.
En este sentido, SEO/BirdLife lamenta que al tiempo que Zefir pierde fuerza, se haya iniciado la tramitación de permisos para nuevas prospecciones de hidrocarburos en aguas del norte de Catalunya, lo que podría representar un impacto ambiental mucho mayor para el ecosistema marino del Mediterráneo español.
Pep Arcos | SEO/BirdLife