A las 20:30 del sábado 26 de marzo de 2011, individuos, comunidades, empresas y gobiernos de todo el mundo apagarán sus luces durante una hora – La Hora del Planeta – transcendiendo todas las barreras de religión, cultura, sociedad, generación y localización geográfica en una celebración global por el Planeta. En lo que posiblemente será la mayor llamada a la acción para luchar contra el cambio climático, la Hora del Planeta 2011 conseguirá que cientos de millones de personas de pueblos y ciudades de los seis continentes apaguen la luz durante una hora.
La Hora del Planeta 2011 pretende alcanzar el compromiso de un cambio global en beneficio del medio ambiente. Al animar a individuos, empresas y gobiernos a comprometerse y actuar en favor de la sostenibilidad y demostrando tal compromiso al apagar las luces durante una hora concreta, la Hora del Planeta estará lanzando un poderoso mensaje de esperanza de lo que podemos lograr si actuamos juntos. Esto inspirará a otros para que se unan al objetivo final de conseguir un mundo más sano.
La Hora del Planeta empezó en una sola ciudad de un país el 31 de marzo de 2007, cuando 2,2 millones de personas de Sidney, Australia, apagaron sus luces durante una hora para reclamar acciones contra el cambio climático. Un año después, 370 ciudades de más de 35 países convirtieron esta iniciativa en un movimiento global por la sostenibilidad, consiguiendo que entre 50 y 100 millones de personas apagaran las luces en la Hora del Planeta 2008. Edificios emblemáticos como el puente Golden Gate, el Coliseo de Roma, Times Square o el Cristo Redentor de Río de Janeiro se unieron a este llamamiento de acción por el clima oscureciéndose durante una hora. La Hora del Planeta 2009 hizo historia y se convirtió en la acción voluntaria global más grande nunca vista, participando cientos de millones de personas de todo el mundo. Se apagaron luces de 4.159 pueblos y ciudades de 88 países, incluyendo 73 capitales y 9 de las 10 ciudades más pobladas del mundo. La Esfinge y las Pirámides de Giza, la Torre Eiffel de París, Table Mountain de Ciudad del Cabo o las cataratas del Niágara se unieron a las más de 1.000 maravillas del mundo en esta llamada a la acción contra el cambio climático. Este movimiento histórico fue más allá durante la Hora del Planeta 2010, cuando ciudadanos de 128 países de todos los continentes apagaron sus luces, celebraron fiestas y reuniones a la luz de las velas y organizaron muchas otras actividades para mostrar lo que puede hacer el mundo cuando actúa unido.